Estudiantes universitarios y otros voluntarios donaron alrededor de 1.600 ejemplares del libro El conflicto de los siglos , de la escritora estadounidense Ellen G. White, al Complejo Penal de Juazeiro, en Bahía. Se distribuyeron copias entre reclusos, empleados y visitantes.
En el mes del Día Mundial del Libro (23 de abril), acciones como esta son una oportunidad para resaltar la importancia del hábito de la lectura y el impacto que un libro puede tener en la vida de una persona. La acción es parte del Proyecto Libertos, una iniciativa que tiene como objetivo fomentar este hábito en las cárceles con base en la Ley 7.210/84 (Ley de Ejecución Penal), que tiene como objetivo reconocer la lectura como una forma de restauración social e incluso puede conducir a una reducción de pena de prisión
Este es uno de los recursos que puede favorecer la reinserción social de los detenidos, además de reducir la ociosidad y prevenir la reincidencia delictiva. La ley permite que por cada libro leído haya una redención de cuatro días de pena para el reo, con un tope de doce obras leídas por año.
Para Gleydson Silva, director del Ministerio de Publicaciones de la sede administrativa de la Iglesia Adventista para la región norte de Bahía, la iniciativa fue una forma de poner en práctica la compasión y ayudar a los demás. “Cada vez que pasaba frente al complejo penal, algo me decía que debía hacer algo para cumplir la orden de Jesús de visitar a los presos. Fue entonces cuando surgió la idea del Proyecto Libertos, que viene a liberar a estas personas no solo de la cadena física, sino también de la espiritual”, señala.
TRANSFORMANDO VIDAS
Se compraron ejemplares de El conflicto de los siglos a colportores . Muchos de los voluntarios son estudiantes que participan en determinados períodos del año, pero hay quienes trabajan de forma permanente, como Pedro Oliveira.
Evangelista colportor durante 22 años, Pedro Luiz Oliveira forma parte del equipo de colportores de la sede de la Iglesia Adventista para la región y recolectó más de 400 ejemplares que fueron distribuidos a través de esta acción. En el momento de la entrega, se conmovió al recordar los esfuerzos para hacer realidad el proyecto. “Viví la campaña visitando a la gente, presentando el proyecto y pidiendo ayuda para conseguir la cantidad de libros que se van a entregar al penal. Vi a la gente derramar lágrimas y emocionarse al saber que este proyecto liberaría a las personas oprimidas”, compartió Oliveira. “Y hoy, cuando entramos a entregar los libros, sentí la emoción de ver a cientos de presos sedientos de esperanza. Fue una oportunidad para ver la salvación y la transformación de vidas”.
DESAFÍOS Y SUPERACIÓN
La distribución de libros misioneros es una actividad común en las acciones sociales y solidarias de la iglesia. Los proyectos de distribución gratuita, como Impacto Esperança , han beneficiado a muchas personas durante más de 15 años. Sin embargo, llegar a aquellos que no pueden elegir a dónde ir es un desafío aún mayor, como señala Weber Thomas, presidente de la Iglesia Adventista del norte de Bahía.
“Entregar un libro a un vecino, a un amigo, a un conocido es una realidad [más simple], pero entregar un libro a los presos en un complejo penitenciario es un desafío”, declara Thomas. “Hay reglas y otros impases que lo hacen difícil, pero Dios abrió las puertas y pudimos entrar a varios pabellones. Fue fantástico ver la alegría de los empleados al recibirnos y la emoción de los detenidos al recibir el libro El conflicto de los siglos ”.
Por Sara Verneque
Fuente: https://adventist.news/
