"No soy yo, sino Dios", dice el líder de la División Transeuropea

Noticias Adventistas 2024.09.07

El Consejo de Pastores Europeos (EPC) 2024 de la Iglesia Adventista del Séptimo Día concluyó en Belgrado, Serbia, con más de 1.200 pastores, directores departamentales, trabajadores bíblicos y cónyuges de toda Europa se reunieron para reavivar su pasión por el ministerio.

El evento de una semana de duración, organizado por la División Transeuropea (TED), destacó los desafíos que enfrentan los pastores de hoy, incluida la polarización política, la disminución de la asistencia a la iglesia y las consecuencias de la pandemia de COVID-19. A través de una combinación de sermones inspiradores, talleres prácticos y momentos de adoración, el EPC brindó una oportunidad muy necesaria para que los pastores reorientaran sus esfuerzos al servicio de Dios y sus comunidades.

Conectando con la cultura

Durante la ceremonia de clausura, Gary Krause, director de Misión Adventista, desafió a los pastores a través de una entrevista en video a reflexionar sobre el imperativo de que las iglesias se conecten auténticamente con diversos grupos culturales.

“Lo que nos sentimos cómodos hablando en una iglesia debe traducirse”, enfatizó, “no sólo a un idioma diferente, sino a su lenguaje cultural para que se conecte con su comprensión”. Criticando la dependencia de “formas prefabricadas de comunicación”, abogó en cambio por que los ministerios inviertan tiempo en “caminar por las calles, hablar con la gente, escuchar y hacer preguntas para comprender a las personas a las que intentamos llegar”.

Desafíos contemporáneos en el ministerio

Al enfrentar los innumerables desafíos que enfrenta el ministerio moderno, incluidas las secuelas de la pandemia de COVID-19, la polarización política, la disminución de la asistencia a la iglesia y los cambios sociales que conducen a la deconstrucción de la fe, Daniel Duda, presidente de TED, dio la vuelta a los desafíos.

“Quiero hablarles sobre por qué este es un buen momento para estar en el ministerio”, dijo, “porque creo que este es el momento para que la iglesia brille. La iglesia puede estar en su mejor momento cuando el mundo está en su peor momento”. Instó a los pastores a ver estas dificultades como oportunidades para que Dios obre a través de sus ministerios.

Superar la insuficiencia personal

Duda también abordó los sentimientos de insuficiencia comunes entre los ministros, relatando el frecuente estribillo interno de “pero yo” que impide a muchos cumplir su llamado divino. “’Pero yo’”, explicó Duda, “es una frase que usamos a menudo para excusarnos del llamado de Dios”. Animó a los asistentes a centrarse en “Pero Dios”, un recordatorio de que la fuerza de Dios obra a través de la debilidad humana.

“Dios es más grande que tu ‘pero’”, afirmó. “Deja de excusarte del llamado de Dios en tu vida”. Ilustró esto a través de ejemplos bíblicos como Moisés, Ester y Jeremías, quienes expresaron dudas cuando fueron llamados por Dios.

“Dios nunca está en desacuerdo con estas declaraciones”, señaló Duda. “Pero Él responde con ‘Pero Dios’, convirtiendo nuestras debilidades en fortalezas a través de Su poder”.

Incorporar historias en la narrativa de Dios

Al enfatizar la importancia de ver los ministerios individuales dentro del contexto de la gran narrativa de Dios, Duda explicó: “La única manera de redimir una historia rota es insertarla en una historia más grande”.

Recordó a los pastores que el plan general de Dios es firme y transformador a pesar de las luchas actuales. Basándose en 1 Corintios 1:26-30, destacó cómo Dios elige a los “necios”, “débiles” y “humildes” para lograr sus propósitos, asegurándose de que “nadie se gloríe delante de él”. Duda reforzó que los momentos “pero Dios” en las Escrituras ejemplifican cómo la intervención divina redefine las circunstancias humanas.

Visión para una iglesia transformadora

De cara al futuro, Duda pintó una visión de una iglesia reflexiva, innovadora y profundamente comprometida con los problemas contemporáneos. Trazó paralelos con la decisión de Jesús de llevar a sus discípulos a Cesarea de Filipo, un lugar fuera de su zona de confort cultural, para enseñarles lecciones que no podían aprender en el entorno familiar de Galilea.

“Así como Jesús expuso a sus discípulos a nuevas ideas y culturas, nosotros también debemos estar dispuestos a salir e involucrarnos con el mundo que nos rodea”, instó Duda.

Duda imaginó un movimiento caracterizado por un ministerio “dirigido por el Espíritu y centrado en Jesús” que abraza la diversidad, fomenta una comunidad significativa y aborda las injusticias sociales. “Imagínese a la gente que pensaría en cómo vivir de forma sostenible en este mundo, cómo caminar con humildad y pensar en quién se está convirtiendo”, animó.

Abrazando la misión de Dios

Al concluir su mensaje, Duda desafió a los pastores a elegir entre centrarse en las deficiencias personales o abrazar la misión de Dios con confianza. “¿Elegirás decir ‘pero yo’ o ​​dirás ‘pero Dios’?” preguntó.

Duda alentó a los asistentes a dedicar sus vidas a construir comunidades que reflejen el amor y el poder transformador de Dios, afirmando: “Dios lo ha hecho antes. Él no ha perdido Su poder. El Espíritu Santo todavía está disponible”.

Continuidad y Renovación

EPC 2024 fomentó una sensación de continuidad y viaje colectivo, con el equipo de alabanza y adoración eligiendo canciones que resonaron profundamente en los asistentes. En particular, en el EPC de 2018 también se cantó una canción utilizada en las ceremonias de apertura y clausura, lo que refuerza la idea de que esta reunión no fue solo un evento único, sino parte de un viaje continuo en el ministerio para brindar compañerismo, visión y aliento. .

Cuando culminó el evento, Patrick Johnson, secretario de TED, se unió a Duda para expresar su más sincero agradecimiento a todos los que contribuyeron al éxito del evento, incluido el personal del Centro Sava y los voluntarios, equipos técnicos y músicos de la Conferencia de la Unión del Sureste de Europa. El culto de clausura, con canciones inspiradoras como “Todas las criaturas de nuestro Dios y Rey” y “Mi faro”, reforzó los temas de esperanza y guía divina.

Cuando se pronunció la bendición final, los pastores partieron de Belgrado inspirados y equipados para abrazar sus ministerios con una fe renovada, listos para enfrentar los desafíos no con “sino yo”, sino firmemente cimentados en “sino Dios”.


Fuente: https://www.adventistworld.org/