Manejar el estrés de la preparación de la boda

Comentarios 2024.08.03

Después de salir durante tres años, mi novio y yo finalmente decidimos casarnos, con la esperanza de que ya tengamos la mayoría de las cosas en su lugar para tener un evento relativamente libre de estrés. Ya estamos a seis meses de la boda y el estrés que estamos sintiendo es increíble. ¿Qué consejo nos darías para ayudarnos a gestionar el estrés de nuestra boda de forma eficaz?

R. La preparación de la boda puede ser una experiencia abrumadora, especialmente cuando se acerca el gran día. Si ha realizado asesoramiento prematrimonial con un asesor/consejero matrimonial calificado, debería tener algunas herramientas bastante buenas para ayudarle a manejar este período estresante. Sin embargo, tener algunas sesiones más para lidiar específicamente con el estrés de la preparación de la boda es una excelente idea.

El manejo del estrés comienza con el reconocimiento del papel de Dios en nuestras vidas y relaciones. Filipenses 4:6-7 aconseja: “Por nada estéis afanosos, sino que en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”. Entonces, entrega tus preocupaciones a Dios.

Las técnicas de manejo del estrés pueden complementar los principios bíblicos. Robert Sapolsky, en su libro “Por qué las cebras no tienen úlceras” (2004), enfatiza la importancia del control percibido para reducir el estrés. Puede aplicar este concepto dividiendo la preparación de su boda en tareas manejables y creando un cronograma detallado. Este enfoque proporciona una sensación de control y progreso, reduciendo los niveles generales de estrés.

Una buena comunicación también es útil para controlar el estrés. La investigación de John Gottman en “Los siete principios para hacer que el matrimonio funcione” (1999) enfatiza la importancia de una comunicación abierta y honesta entre los socios. Esto es paralelo al consejo que se encuentra en Efesios 4:25: “Por tanto, habiendo desechado la mentira, hable cada uno de vosotros verdad con su prójimo, porque somos miembros los unos de los otros”. Al mantener una comunicación clara y amorosa, puede reducir el estrés de la planificación de la boda.

El cuidado personal también es vital durante este período. Guy Winch, en su libro “Emotional First Aid” (2013), destaca la importancia de tratar las heridas psicológicas con el mismo cuidado que las físicas. Este concepto se alinea con 1 Corintios 6:19-20, que nos recuerda que nuestros cuerpos son templos del Espíritu Santo y que debemos honrar a Dios con nuestros cuerpos. Hacer ejercicio con regularidad, mantener una dieta equilibrada y garantizar un sueño adecuado son esenciales para controlar el estrés. Si tiene acceso a un consejero cristiano de confianza, tener una sesión para hablar sobre algunas de sus heridas emocionales puede resultar útil para evitar estrés innecesario.

Sin duda, es fundamental que recuerdes el verdadero propósito de tu boda en medio del caos de planificación. 1 Corintios 13:4-7 describe bellamente la naturaleza del amor: “El amor es paciente y bondadoso; el amor no envidia ni se jacta; no es arrogante ni grosero. No insiste en su propio camino; no está irritable ni resentido; no se alegra de la maldad, sino que se alegra de la verdad. El amor todo lo soporta, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”. Al centrarse en el amor y el compromiso mutuo, podrán mantener la perspectiva y reducir el estrés sobre los detalles de la boda.

Al confiar en Dios, comunicarse de manera efectiva, enfatizar el autocuidado y centrarse en el amor y el cuidado mutuo, podrán manejar este período desafiante con gracia y emerger más fuertes, listos para embarcarse en su nueva vida juntos.


Fuente: https://www.adventistworld.org/