El sábado 24 de febrero de 2024 marcó el inicio de una jornada especial de 10 horas de ayuno y oración para la comunidad adventista del territorio norte del Perú, dedicada a buscar el avivamiento en la vida espiritual de cada persona.
Los miembros de la iglesia se reunieron para compartir testimonios, estudios bíblicos y adoración mediante alabanza.
Durante la tarde se realizaron visitas a personas que se han distanciado de la iglesia, con el propósito de invitarlos a participar de una semana especial denominada “La Gran Reunión”, que se desarrolla desde el domingo 25 de febrero de 2024. y finalizará este sábado 2 de marzo de 2024. Líderes, pastores y miembros de iglesia se unieron en el proyecto “Tardes Misioneras”, recorriendo hogares, plazas y barrios para compartir palabras de esperanza, textos bíblicos y ofrecer ayuda a través de canastas de alimentos. y campañas médicas.
ACCIONES DE AMOR, SOLIDARIDAD Y ESPERANZA
Una de las visitas de la Tarde Misionera tuvo lugar en la Asociación 08 de Octubre, ubicada a dos horas de la ciudad de Lima, donde residen Gerardo y su esposa.
Hace quince días decidieron comenzar a estudiar la Biblia y están aprendiendo sobre el amor de Cristo a través de miembros de la Congregación Shekinah, que se convertirá en una iglesia en esa zona.
El sábado, el pastor Edison Choque, secretario ministerial de la Iglesia Adventista para esta región, junto con otros miembros, visitaron a Gerardo y su esposa, para orar por ellos y se comprometieron a cuidarlos y atenderlos, ya que han estado viviendo solos. por unos pocos meses. Sufrieron un accidente que les impidió desplazarse adecuadamente, además de afrontar dificultades económicas. Sin embargo, la iglesia estará presente para apoyarlos.
Estas visitas dan testimonio de miles de historias similares, donde el mensaje de esperanza ha llegado a quienes buscan reunirse con Cristo. Muchos de los que visitaron respondieron asistiendo a reuniones nocturnas en iglesias locales, donde se predica la importancia de seguir a Jesús.
Además, a lo largo de la semana, la iglesia ha extendido sus actividades a calles, plazas, instituciones, hospitales y parques, ofreciendo orar con ellos. La lectura diaria de “Dios primero” ha fortalecido aún más a la comunidad adventista, fomentando un verdadero avivamiento espiritual y un encuentro personal con Jesús en cada corazón.
Fuente: https://adventist.news/
