Yazid Villanueva, un pequeño valiente de nueve años, lucha día a día contra el cáncer. Durante su tratamiento, escuchó un testimonio personal transmitido en un programa especial en la Clínica Adventista Buena Esperanza en Lima, Perú. Eso impactó su vida y la de sus padres y hermanos menores, y decidió seguir a Cristo incluso en medio de las dificultades.
Yazid era un niño feliz y con mucha energía, hasta que su cuerpo empezó a presentar síntomas que lo llevaron a ser internado en la clínica. Su madre, enfermera de profesión, no podía creer el desafío que estaba a punto de enfrentar su familia. Ella y su esposo recibieron la noticia de que el mayor de sus tres hijos tenía cáncer.
Desde entonces, Yazid sigue las recomendaciones de los especialistas, toma sus medicamentos y se somete a quimioterapia, todo ello con gran responsabilidad y valentía. Mientras cumplía con su tratamiento dentro de la clínica, su madre y él escucharon el mensaje de un predicador adventista del séptimo día y pudieron ver el bautismo de otras personas en un programa transmitido por el Servicio Social Adventista Buena Esperanza. Es allí donde el pequeño hizo una pregunta conmovedora: “Mamá, ¿qué nos impide entregarle el corazón a Dios?”.
Esta pregunta representó un llamado para toda la familia, quienes, tras reflexionar, decidieron tomar estudios bíblicos y optar por el bautismo durante el desarrollo del Consejo Anual 2023 de la Unión Sur Perú; padre, madre y sus dos hijos mayores (Yazid y Aarón) entregaron sus vidas a Dios.
Actualmente, el estado de salud de Yazid es estable. Con la fe y la acción puestas en las manos de Dios, esta familia continúa en sus esfuerzos por la salud de Yazid, con la esperanza y el amor de Cristo impulsando sus corazones cada día. Hoy comparten su historia con la esperanza de que más personas busquen al Padre Celestial y no permitan que ninguna situación les impida entregar sus corazones a Dios.
La Iglesia Adventista del Séptimo Día pide oración por Yazid Villanueva, así como por el equipo de trabajo de la Clínica Adventista Buena Esperanza, que está a cargo del diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de decenas de personas. Que Dios proteja a cada paciente, familia y a todos los profesionales.
Fuente: https://adventist.news/
