Érase una noche estrellada
En el Belén de antaño
Algunos pastores cuidando sus rebaños.
Aunque la noche era oscura y fría
Cuando en el este apareció una estrella
Lo que llamó la atención de los observadores,
Y mientras lo miraban, se hizo más brillante.
‘Hasta que estuvo cerca.
Mientras el asombro crecía, el miedo se apoderó de sus corazones
Y entonces se escuchó con voz bastante melodiosa
No temáis, porque para vosotros esta noche
Y entonces la estrella descansó
Sobre un establo detrás de la posada,
A donde los pastores se reunieron alrededor
Y José los dejó entrar.
Y allí se inclinaron y adoraron
Debajo de esa Luz Celestial,
El Salvador en un pesebre
Érase una noche estrellada.
Entonces llegaron tres magos del Este.
Porque habían visto la estrella,
Y lo siguió hasta Belén
Habían venido de tierras lejanas.
Trajeron consigo regalos dignos de un rey.
Oro, incienso y mirra,
Y se inclinó y adoró ante el niño.
En ese establo donde estaban.
Y los ángeles revoloteaban alrededor del niño.
Y me gloríe ante la vista,
Del redentor de la Tierra nacido para reinar
Érase una noche estrellada.
Barry McGuire escribió este poema en noviembre de 2007 desde Scottsdale en Tasmania.
Fuente: https://record.adventistchurch.com/