La Iglesia Adventista Newday en Colorado, Estados Unidos, atendió a un número récord de familias del área de Denver en su tienda navideña anual en el Hospital AdventHealth Parker, del 2 al 5 de diciembre. El año pasado fue el año más importante, con servicio a 150 familias. Este año, 200 familias, o más de 1.000 personas, fueron bendecidas por la tienda navideña y sus alianzas comunitarias.
La idea de la tienda navideña comenzó hace casi 15 años, cuando los miembros de Newday se preguntaron si la comunidad se daría cuenta si ya no estuvieran. Querían ser una luz para la comunidad y marcar una diferencia para los necesitados que los rodeaban. Entonces, la Tienda de Navidad abrió sus puertas en 2010.
“Este es nuestro decimotercer año en la Tienda de Navidad”, dijo la pastora principal de Newday, Lisa Cardinal. “Nos estamos asociando con 13 escuelas públicas de nuestra comunidad, que son las personas mejor situadas para conocer las necesidades [de las familias] que eligen [participar]. Las familias vienen aquí por invitación”.
Cada niño que venga a la Tienda de Navidad puede elegir un regalo para sus padres, abuelos y hermanos, explicaron los organizadores. La planificación y las compras para el programa se realizan durante todo el año, con el fin de ofrecer obsequios de alta calidad a los niños que compran. Se utilizan dos unidades de almacenamiento para guardar los regalos hasta que la tienda esté abierta.
Shawna Sajdak, líder del programa desde que comenzó, dijo: “Queremos brindar recuerdos, momentos y emoción por poder dar obsequios a miembros de la familia que de otro modo no tendrían la oportunidad de hacerlo”.
El programa se basa en voluntarios que desempeñan funciones como recibir a los niños para llevar a los niños a la tienda, compradores personales que ayudan a los niños a elegir los regalos, envoltorios de los regalos y personas para que los niños regresen sanos y salvos a sus familias con los regalos en mano.
El personal de la Conferencia de las Montañas Rocosas de la Iglesia Adventista del Séptimo Día (RMC) tuvo el privilegio de servir una noche, el 4 de diciembre, en la Tienda de Navidad, junto con voluntarios de la iglesia Newday, el Hospital AdventHealth Parker y otros.
“Tratar de hacer que la experiencia para los niños fuera divertida y significativa la hizo divertida y memorable para mí”, dijo Tamara Mallory, contadora de RMC. “Cuando intentas bendecir a alguien más, también recibes bendiciones”.
La asistente de comunicación de RMC, Liz Kirkland, estuvo de acuerdo. “Los niños realmente te tocaron el corazón. Muchos hermanos estaban juntos en la tienda y se podía sentir el cuidado y la conciencia que tenían el uno por el otro. La alegría y la energía en la tienda eran contagiosas”.
Cuando se le preguntó cuál era su parte favorita de la tienda navideña, Jayce, participante de siete años, comentó con entusiasmo: “Me encanta recibir regalos para mi familia”. Melanie, una participante de ocho años, dijo: “Me encanta ver todos los juguetes”.
Una de las voluntarias de esa noche, Baily, había participado en el programa cuando era niña y estaba agradecida de poder servir ahora que es mayor. “Espero que la Tienda de Navidad dure muchos años más”, dijo. “Fue una gran experiencia y nos emocionaba mucho ir cada año”.
Cardinal señaló: “Una de las cosas que escuchamos de las escuelas es que los niños, mucho después de que sus juguetes se desintegraron o desaparecieron, lo que recuerdan es la forma en que fueron tratados en la tienda de Navidad. Recuerdan que la gente era muy amable con ellos y que les sonreían. Y es realmente la forma en que fueron tratados los recuerdos que llevan”.
Fuente: https://www.adventistworld.org/
