La Red ADRA pide una acción climática holística y comparte experiencias en la COP28 en Dubai
En el teatro de la historia de nuestro mundo, 2023 emerge como un acto fundamental en la narrativa de la acción climática. El inminente balance mundial está a punto de afirmar lo que ya entendemos: el tiempo para tomar medidas decisivas se está agotando rápidamente.
Esta crisis tiene consecuencias de largo alcance. Como actores humanitarios en la primera línea de la crisis, somos testigos de cómo la salud y los medios de vida están en peligro y los desafíos duraderos de la pobreza y la injusticia se exacerban.
La red de ADRA de 117 oficinas globales trabaja en unidad para brindar apoyo a 30 millones de personas en todo el mundo. Junto con la Iglesia Adventista del Séptimo Día, nuestra presencia global incluye 22 millones de miembros de iglesia y una vasta red de instalaciones médicas, escuelas y más. En nuestros proyectos de ayuda humanitaria y desarrollo trabajamos en estrecha colaboración con la población local y estamos hombro con hombro con las comunidades que luchan contra las duras realidades del cambio climático. Nuestros equipos han adquirido una valiosa experiencia en mitigación y adaptación a lo largo de los años, respondiendo a desastres climáticos y creando resiliencia y medios de vida sostenibles en áreas donde el cambio climático afecta negativamente a las comunidades. Nuestros programas globales de agricultura regenerativa tienen una trayectoria de más de 20 años, mucho antes de que conceptos como las soluciones basadas en la naturaleza se discutieran a mayor escala.
Dentro de la red de ADRA, las oficinas han comenzado a avanzar hacia el cero neto, un número cada vez mayor firmó la Carta del Clima, compartimos nuestro conocimiento en la COP26 y la COP27 y publicamos la Guía completa de reducción de carbono en 2021. En abril de 2022, ADRA Canadá y ADRA Alemania participó en el piloto de la Calculadora Humanitaria de Carbono desarrollada por el CICR y EcoAct. A través de este piloto, se midieron las emisiones de ambas oficinas, así como de dos proyectos en India y Mozambique. Esto nos dio una mejor comprensión del impacto de carbono de nuestras operaciones y nos ayudó a crear hojas de ruta para mitigarlo. Nuestros proyectos abarcan a nivel mundial, desde el empoderamiento de jóvenes y mujeres hasta los medios de vida y la gestión del riesgo de desastres, con innumerables ejemplos de toda la red en el área de diseño de proyectos sensibles al clima y protección ambiental.
Como sociedad civil y organización religiosa, servimos dentro de las comunidades más marginadas, pero también vemos el contexto más amplio. Debemos prevenir catástrofes y proteger a las comunidades.
Para una acción climática holística, necesitamos cambios a mayor escala a favor de la protección del clima y la biodiversidad. En Dubai, debemos aprovechar esta oportunidad de unirnos e impulsar la lucha contra la crisis climática para garantizar un futuro más seguro para nuestra familia global. En las siguientes tres recomendaciones, queremos compartir nuestros aprendizajes para una acción inclusiva y eficaz con la esperanza de que sean considerados en las decisiones políticas.
1. Mayor consideración de los actores de la sociedad civil y de la población afectada
La inclusión activa de grupos locales y voces marginadas es un componente esencial de una acción climática eficaz. Es imperativo involucrar a los grupos objetivo afectados para comprender sus necesidades. ADRA cree firmemente en el principio de que las medidas de adaptación deben ser dirigidas localmente desde el nivel más bajo posible de la comunidad. Para nosotros, esto también incluye la promoción de sistemas locales de seguridad alimentaria y de pequeños agricultores, y la protección de las comunidades indígenas y garantizar el acceso a la tierra. Somos muy conscientes del impacto desproporcionado del cambio climático en las mujeres y otros grupos marginados, lo que exacerba aún más las vulnerabilidades y desigualdades existentes. En nuestros proyectos priorizamos el empoderamiento de las personas como expertas de sus propias vidas. La educación transformadora y la asignación de recursos suficientes apoyan el cambio sostenible. En este contexto, enfatizamos el papel esencial que desempeñan los actores más pequeños y las organizaciones de la sociedad civil en las discusiones sobre el clima de la CMNUCC. Abogamos por una representación continua y equitativa a través de una mayor asistencia presencial a las Conferencias sobre el Clima de la ONU.
2. Más allá de la adaptación: considerar todo el ciclo de acción climática
En ADRA, abogamos por un enfoque integral para la acción climática que se extienda más allá de la mera adaptación. Apoyamos a las personas en muchas etapas de alivio y desarrollo. Sabemos la importancia del enfoque de nexo, las interrelaciones entre programas, la respuesta sostenible, la recuperación rápida y el diseño centrado en las personas. Una visión holística de un problema aporta la solución más sostenible. Como los efectos del cambio climático son evidentes en tantos niveles (económico, ambiental, conflictos humanos, migración, por nombrar algunos), la respuesta debe considerar múltiples desafíos a la vez. Las personas más afectadas por ataques lentos y repentinos deberían recibir ayuda rápida y sostenible para reconstruir sus hogares y sus vidas de una manera mejor, más sostenible, eficiente y segura. Creemos firmemente en el liderazgo de las comunidades y actores locales en el diseño e implementación de programas de pérdidas y daños, ya que sus conocimientos y percepciones forman la base de una acción climática eficaz. Si bien las medidas de adaptación son importantes, representan sólo una faceta de nuestra estrategia más amplia. El apoyo inmediato a los más vulnerables es primordial y nos comprometemos a ayudar a las regiones afectadas a implementar sus medidas de adaptación. Apoyamos firmemente el rápido establecimiento del fondo de Pérdidas y Daños, su acceso a los actores de la sociedad civil y los pilares de justicia climática que deberían formar el fondo. Al mismo tiempo, la adaptación sólo es sostenible si restringimos rápidamente las emisiones. Todo plan de adaptación debe tener como objetivo también mitigar. Es necesario considerar todo el ciclo de la acción climática en las conversaciones sobre políticas.
3. Considerar la interdependencia entre alimentación, nutrición y clima para construir comunidades sostenibles y resilientes.
Los proyectos de uso sostenible de la tierra y la producción sostenible de alimentos son puntos fuertes de ADRA. Lo vemos en nuestros proyectos todos los días: existen interdependencias importantes y crecientes entre el cambio climático, las crisis climáticas y el acceso global a alimentos adecuados y nutritivos. Los fenómenos meteorológicos extremos como la sequía tienen un impacto directo en la seguridad alimentaria, especialmente para los más marginados, y por lo tanto causan hambre y desnutrición con efectos extremos en la salud y el desarrollo físico. El derecho a una alimentación adecuada debe servir como principio decisivo y rector de nuestra acción climática. Enfoques holísticos que comprendan las interdependencias y trabajen en las intersecciones, por ejemplo, la agroecología, las soluciones basadas en la naturaleza y Una Salud, y tengan en cuenta la compatibilidad climática y los aspectos sociales. La reestructuración de los sistemas alimentarios debe basarse en estos enfoques. Anticipamos con entusiasmo el enfoque central en los sistemas alimentarios en la próxima COP e instamos a un mecanismo de financiación que refleje la importancia de estas interacciones.
ADRA se une a la COP28 como observador en Dubai, marcando nuestro compromiso con la acción climática. Mientras la humanidad enfrenta la crisis climática, la acción colectiva es nuestro mayor activo. Anticipamos ansiosamente colaborar, obtener conocimientos y forjar soluciones junto con otros actores experimentados. Juntos, allanamos el camino hacia un futuro sostenible.
Le deseamos negociaciones exitosas.
Fuente: https://news.eud.adventist.org/en/
