El evangelio y el cordero inmolado

Comentarios 2023.11.20

¿Qué es el “evangelio eterno” mencionado en Apocalipsis 14:6 (NVI)?

Apocalipsis 14:6 no proporciona una definición explícita del contenido del evangelio. Uno podría y debería asumir que es el mismo evangelio de salvación por fe en la obra redentora de Cristo que se encuentra en el resto del Nuevo Testamento. La verdad es que no necesitamos asumir nada, porque una lectura del libro de Apocalipsis revela la comprensión que tenía Juan del evangelio eterno.

1. Resumen del Evangelio (Apocalipsis 1:3-5)

Es precisamente al comienzo del libro que Juan introduce las buenas nuevas de la salvación por medio de Cristo, señalando así la importancia central del tema en el Apocalipsis. Juan saluda a su audiencia en el nombre de las tres personas de la Deidad, identificadas como la fuente de “gracia” y “paz” (Apoc. 1:4, LBLA). Estos son dos términos soteriológicos fundamentales. La gracia es el regalo de la salvación inmerecida, y la paz apunta a nuestra reconciliación con Dios a través de Cristo. Al final de los saludos, Juan ofrece una doxología a Jesús y lo identifica como aquel que “nos ama” y “nos liberó [“liberó” (NVI)] de nuestros pecados con su sangre” (versículo 5, LBLA). Aquí Juan explica cómo la gracia y la paz pueden fluir de la Deidad hacia nosotros, es decir, a través de la muerte sacrificial de Cristo, quien nos redimió del pecado. El amor divino se manifiesta en el acto divino de redención hecho posible a costa de la sangre/vida de Jesús. Murió en nuestro lugar. Este es el corazón mismo del evangelio.

2. El Cordero y la Redención

La misma comprensión de la salvación se encuentra en Apocalipsis 5:9, 10, pero esta vez se logra mediante la obra del Cordero que fue inmolado por nosotros, reafirmando así nuestra interpretación de la frase “mediante Su sangre”. El lenguaje sacrificial introducido en Apocalipsis 1:5 ahora es visible en la muerte sacrificial del Cordero. Los seres celestiales cantan un himno al Cordero proclamando Su dignidad porque “tú fuiste inmolado y con tu sangre compraste para Dios personas de toda tribu, lengua, pueblo y nación” (Apocalipsis 5:9, NVI). El concepto de redención se expresa mediante la imagen de la compra de la libertad de los esclavos. El costo para la Deidad fue la sangre/vida del Cordero: la muerte en sacrificio de Cristo. Es mediante Su muerte que el Cordero venció las fuerzas del mal y libró a Su pueblo. El evangelio eterno se hizo visible y sigue siendo visible en el Apocalipsis en la figura del Cordero que fue inmolado.

3. El Cordero y el Pueblo de Dios

La muerte sacrificial del Cordero se desarrolla no sólo a través del concepto de redención sino también a través del concepto de limpieza. Esta es una nueva imagen: los humanos están en una condición de impureza, separados de Dios y camino a la extinción, necesitados de limpieza. El detergente es la sangre del Cordero (Apocalipsis 7:14). Sólo aceptando el ofrecimiento divino de la eficacia salvadora del Cordero el hombre es declarado libre de impureza moral y espiritual. En consecuencia, la sangre del Cordero permite al pueblo de Dios presentarse ante Dios y el Cordero libre de temor y al servicio de ellos (versículo 15); un vivo contraste con los malvados, que no pueden mantenerse firmes delante del Cordero (Apocalipsis 6:15-17). El pueblo de Dios venció al dragón mediante la sangre del Cordero (Apocalipsis 12:11), particularmente cuando lo aceptaron como Redentor. Al final del conflicto cósmico, Cristo se sienta en el trono como el Cordero que fue inmolado (Apocalipsis 22:1, 3), asegurándonos así que Su muerte en sacrificio será eternamente efectiva, porque es la manifestación más gloriosa de la gloria divina. amar.

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Fuente: https://www.adventistworld.org/