¿Ha escuchado alguna vez la palabra unidad? Estoy seguro de que la ha escuchado. Es una palabra familiar que usamos todo el tiempo. Pero la unidad sugiere unirnos para trabajar como uno, como equipo. Vemos ese espíritu en el evangelio de Marcos capítulo 2. ¿Por qué dice eso?
Cuando veo Marcos capítulo 2 a partir del versículo tres, la Biblia dice: “Entonces vinieron a él unos trayendo a un paralítico… Y como no podían acercarse a él a causa de la multitud, quitaron parte del techo de donde él estaba y, a través de la abertura, bajaron la camilla en que yacía el paralítico.”
¿Ha considerado cuántas veces se habla en plural en esos pocos versículos? Eso nos dice que cuando trabajamos juntos como familia, como iglesia, como grupo, podemos lograr grandes cosas para Dios. Y eso necesita la iglesia hoy. En el libro de Juan capítulo 17, Jesús oró por la unidad de sus seguidores, de sus discípulos.
Y aún hoy necesitamos esa unidad. Permítame decirle, cuando estamos unidos, cuando trabajamos juntos como equipo, Dios honrará nuestra fe. Miremos en Marcos 2:5, donde dice: “Cuando Jesús vio su fe”. No la fe tan solo del paralítico, ni la fe de sus cuatro amigos, pero la fe de los cinco juntos.
¿Qué hizo él cuando Jesús vio la fe de ellos? Le dijo al paralítico: “Hijo, tus pecados te son perdonados. Te digo hoy, amigo mío, que cuando Dios nos vea unidos, hará grandes cosas por nuestro medio y por nosotros. Estemos entonces unidos entre nosotros y, por sobre todo, unidos a Cristo y su propósito. Dios los bendiga.
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