El autismo es una condición que acompaña a la persona durante toda la vida y la educación es el requisito previo para que esta persona autista adquiera habilidades para llevar una vida funcional y autónoma. Así, es necesario realizar una intervención pedagógica que abarque no solo las necesidades básicas de convivencia, sino que explore los límites del individuo para ampliarlos.
El individuo con Trastorno del Espectro Autista encuentra una serie de dificultades al momento de ingresar a la escuela regular, ya que las características del autismo dificultan el desarrollo de propuestas pedagógicas. Esta inclusión en la educación regular desafía al docente al exigirle que adapte los recursos didácticos considerados tradicionales y formule estrategias acordes con las características individuales de ese alumno.
Sin embargo, para que esta mediación educativa se produzca, es necesario que el educador conozca los aspectos del trastorno, así como los métodos y programas desarrollados para ayudarle en la educación del niño autista. El docente también debe conocer las dinámicas institucionales establecidas para actuar en consonancia con ellas.
La propuesta de educación inclusiva se centra en las características individuales del alumno, lo que justifica que el currículo se adapte a las capacidades e intereses del alumno, según los ensayos pedagógicos (Brasil, 2006). Es fundamental que se respete al alumno tanto en la forma de aprender como en el ritmo de realización de la actividad.
Una forma de facilitar la adaptación, la inclusión, promover el aprendizaje y el desarrollo de este niño es adaptar el currículo. Las adaptaciones curriculares son medidas pedagógicas adoptadas en diferentes áreas a nivel de proyecto pedagógico de la escuela, aula, actividades y, solo cuando sea necesario, aplicadas a estudiantes individuales.
La adecuación curricular sirve para flexibilizar y viabilizar el acceso a las pautas establecidas por el currículo regular. No tiene la intención de desarrollar una nueva propuesta, sino de establecer un currículo dinámico, cambiante, ampliable.
La inclusión escolar de personas con Trastorno del Espectro Autista permite enriquecer y diversificar el proceso de enseñanza-aprendizaje. Sin embargo, es fundamental recalcar que el autismo es un espectro con síntomas y características tan amplio y tan diverso que se hace imposible elaborar normas específicas sobre cómo se debe incluir a estos alumnos.
A partir de la realidad y características individuales del estudiante, la escuela debe buscar estrategias para que el proceso de enseñanza-aprendizaje se lleve a cabo con calidad.
Fuente: https://www.adventisteducators.org/
