Inclusión de autistas en la escuela.

Comentarios 2023.08.03

La inclusión social es de suma importancia para la calidad de vida de las personas autistas. La convivencia en sociedad, ya sea familiar o escolar, permite a las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) desarrollar y/o mejorar las habilidades de comunicación social y cognitivas necesarias para su desarrollo.

Por ello, es importante que los espacios públicos y privados tomen conciencia y desarrollen un enfoque de inclusión. Esto incluyó la planificación de sus estructuras, acciones, posibilidades de acogida efectiva, así como la empatía con las personas con discapacidad y sus familias.

La escuela debe prepararse para recibir a un estudiante con Trastorno del Espectro Autista (TEA). Lo ideal es equiparar siempre dos acciones:

  • Conocer las características del individuo – Los educadores necesitan saber más sobre este alumno, organizando el ambiente escolar de acuerdo a sus necesidades. Por lo tanto, se debe considerar la individualidad de cada estudiante. Incluyendo, si es posible, preparar la rutina para que pueda ser entendida visualmente por el niño.
  • Planificar y practicar estímulos progresivos – Brindar momentos sociales es fundamental para desarrollar, desde edades tempranas, percepciones y formas de interacción. Cumpleaños, escuela, salidas a espacios sociales, reuniones, jugar en espacios con otros niños, participar en eventos familiares y clubes, explorar momentos de compartir y cooperación y estar siempre dispuesto a salir de casa son algunas situaciones para la estimulación cerebral.

En casos más severos de Trastorno del Espectro Autista, es esencial que los familiares, maestros y terapeutas animen al individuo autista a la interacción social en un proceso gradual. Para ello, es importante contar siempre con un seguimiento y orientación profesional.

El juego se utiliza en las intervenciones de neuropsicopedagogía como otra forma de explorar las funciones cognitivas y trabajar aspectos del comportamiento afectivo y social del sujeto. Vygotsky (1991), considera que el juego crea las denominadas zonas de desarrollo próximo que brindan saltos cualitativos en el desarrollo y aprendizaje.

La formación docente en Brasil es insuficiente en relación al Trastorno del Espectro Autista, entre otras carencias, trastornos o síndromes. Sin embargo, es necesario atender las necesidades sociales, comunicativas, sensoriales y pedagógicas de estos alumnos. Por lo tanto, la familia siempre debe participar y contribuir en el proceso de aprendizaje como socia de la escuela, y la escuela como socia en el proceso de gestión que trazan la familia y los terapeutas. Esta alianza es fundamental, porque muchas veces la familia es el punto de partida y el punto final de este gancho para acceder y alcanzar los objetivos.


Fuente: https://www.adventisteducators.org/