Cuando hablamos de autismo o trastorno del espectro autista, pronto notamos una gran preocupación, miedo o ansiedad por parte de los docentes. Algunos docentes se resisten a trabajar con alumnos autistas por dudas como: ¿cuáles son las mejores prácticas, cómo evaluar el aprendizaje de este alumno? Estas son preguntas pertinentes y recurrentes.
En primer lugar, es necesario tener en cuenta que la inclusión del autismo en el aula sigue siendo un reto para todos, aunque sea un derecho del niño garantizado por la ley. Y es un desafío porque el espectro es amplio. Los síntomas, la gravedad y las características de los niños autistas son diferentes.
Por ello, es fundamental conocer a cada alumno, manteniendo una comunicación abierta con la familia y con los profesionales que le atienden fuera de la escuela. De esta forma, el educador puede prepararse para atender mejor las necesidades de ese alumno.
A continuación, enumero algunos consejos para ayudar a incluir y satisfacer las necesidades de un estudiante autista:
- Crear y mantener una rutina.
- Promover la adaptación al medio
- Evita los ruidos fuertes en el salón de clases.
- Utilizar los intereses del niño en las actividades.
- No haga distinciones de contenido
- Dar instrucciones claras y utilizar ayudas visuales.
- Promover actividades colectivas
Es importante recordar que cuando hablamos de inclusión, inmediatamente pensamos en niños con necesidades especiales. Sin embargo, tenemos que practicarlo con todos los alumnos, ya que cada niño tiene necesidades y tiempos de aprendizaje diferentes. En el caso del alumno autista, si bien la inclusión parece difícil y exige mucho del docente, es posible.
Fuente: https://www.adventisteducators.org/
