A Gary Griffiths siempre le ha encantado estar al aire libre. Pero las cataratas habían nublado gradualmente la visión del hombre de 73 años, embotando su sentido de la belleza de la naturaleza y reduciendo su capacidad para conducir de noche y ver los detalles. Ahora, gracias a las cirugías de cataratas realizadas por Michael Rauser, presidente del Departamento de Oftalmología de la Universidad de Loma Linda, Griffiths está emocionado de volver a ver los colores vívidos del bosque y ansioso por cazar y pescar con su nieto.
El optometrista de Griffiths diagnosticó la aparición de sus cataratas hace 15 años. Las cataratas a menudo son causadas por el envejecimiento natural de los ojos, que comienza alrededor de los 40 años. A medida que las proteínas en los lentes de los ojos se descomponen con el tiempo, se reduce la capacidad de ver con claridad. La exposición frecuente a la luz solar brillante sin protección para los ojos es otra causa común de cataratas.
Los síntomas de las cataratas incluyen visión borrosa o doble, sensibilidad a la luz, dificultad para ver de noche y ver colores brillantes como descoloridos o amarillos. Si tiene alguno de estos síntomas, haga una cita para que le revisen los ojos.
Dado que no es posible predecir qué tan rápido progresarán las cataratas, Griffiths decidió esperar y ver qué pasaba. Su visión se degradó tan gradualmente que no podía decir qué tan mal se había puesto. Finalmente, cuando sus anteojos recetados ya no le ayudaban a ver las señales de tráfico mientras conducía, decidió llamar a Rauser y hacerse los procedimientos.
Rauser realizó el procedimiento en el ojo derecho en enero y en el ojo izquierdo en marzo. Griffiths dijo que cada cirugía ocular tomó solo unos 20 minutos y las citas tomaron un total de aproximadamente dos horas cada una. Solicitó anestesia local solo para los procedimientos. Los ojos tardaron algunas horas en adaptarse después de las cirugías, pero al día siguiente de su segundo procedimiento, él y Rauser estaban satisfechos con los resultados.
“A Gary le fue muy bien con las cirugías”, dijo Rauser. “Ahora tiene una visión de 20/20 en ambos ojos y una excelente visión de lejos sin necesidad de anteojos, por lo que es un tipo bastante feliz”.
Griffiths es un contratista general y ávido amante de la naturaleza que se mudó a California desde su Oklahoma natal en 1975. Adoptó a su nieto de 13 años, Graham, cuando el niño tenía 3, y cada año los dos regresan a Oklahoma para disfrutar de unos semanas de caza y pesca.
“Estoy muy emocionado de tener una visión 20/20, pero estoy aún más emocionado de que los colores, la luz y el brillo hayan regresado a mi vida”, dijo Griffiths.
Griffiths estaba tan feliz con su visión restaurada que quería alentar a cualquier persona con cataratas a someterse al procedimiento, para que puedan saber la claridad que está disfrutando.
“Todos deben dejar de posponerlo e ir a terminarlo y disfrutarlo, porque solo te quedan algunos días”, dijo Griffiths. “Puedes vivir el resto de los días medio ciego, o puedes tomarte 40 minutos de tu vida e ir a ver”.
Fuente: https://www.adventistworld.org/
