Diario para el aprendizaje

Comentarios 2023.06.11

El propósito en el corazón del hombre es como aguas profundas,
pero el hombre de entendimiento lo sacará. Proverbios 20:5

Escribir es pensar. Escribir un diario al final de una sesión de clase ofrece una oportunidad para que los estudiantes reflexionen y expresen libremente sus pensamientos sobre sus experiencias en el aula. Aunque escribir puede ser difícil, es un requisito académico para los estudiantes de todos los niveles. Escribir un diario es una de las rutinas críticas que los maestros pueden usar para garantizar la mejora de la enseñanza y el aprendizaje en el aula.

Como docente en el Departamento de Formación Docente de la Universidad del Caribe Sur, siempre pido a los estudiantes que escriban un diario reflexivo al final de la sesión de clase. Un porcentaje de la calificación de cada semestre se asigna a la actividad de escritura del diario de los estudiantes. Llevar un diario alienta a los estudiantes a desarrollar sólidas habilidades de escritura y sirve como un mecanismo de retroalimentación formal entre el maestro y los estudiantes.

Involucro a mis alumnos en el diario proporcionando tres preguntas estándar como lo sugiere Green and Green :

  • ¿Qué te fue bien en la lección?
  • ¿Qué se podría hacer para mejorar la lección?
  • ¿Qué preguntas y comentarios tienes sobre la lección?

En respuesta a la tercera pregunta, los estudiantes plantean preguntas, expresan su aprecio y dan elogios. Las preguntas actúan como estímulo y foco para el pensamiento mientras los estudiantes escriben sus respuestas reflexivas.

Durante la pandemia de Covid, asigné ocho entradas de diario semanales para mi curso de Gestión del aula usando estas preguntas. Cuando evalué las respuestas, me enteré de las cosas que iban bien, como las reglas de clase establecidas y acordadas, y el uso de la tecnología en la entrega de contenido. También me enteré de que estaban abrumados por las tareas de lectura y tenían dificultades para ubicar artículos de revistas que no figuraban en el esquema del curso. Además, los estudiantes notaron que la participación activa hizo que el aprendizaje fuera más agradable y sintieron que el contenido de la clase mejoró al ver cómo apliqué estrategias de gestión del aula en la clase para crear un entorno de aprendizaje organizado, seguro y controlado.

El diario permitió la retroalimentación oportuna de los estudiantes a medida que avanzaba el curso, de modo que pude hacer ajustes durante un momento en que los ajustes eran especialmente necesarios. Esta experiencia enfatizó varias ventajas de llevar un diario para mí:

  • Los estudiantes y los maestros pueden colaborar para establecer y mejorar las experiencias de aprendizaje de los estudiantes en el salón de clases.
  • El diario proporciona una sólida estructura de comunicación en el aula entre profesores y alumnos.
  • El diario permite a los profesores recibir comentarios inmediatos de los estudiantes para mejorar sus enfoques de enseñanza.
  • Los estudiantes desarrollan habilidades de escritura, reflexión y pensamiento crítico a través de la rutina del diario.

Llevar un diario proporciona una rica fuente de datos cualitativos para la investigación basada en la evidencia en educación, y tiene muchos beneficios para los profesores y sus alumnos.


Fuente: https://www.adventisteducators.org/