Misionero voluntario jubilado empodera a jóvenes refugiados en Tailandia a través de la educación adventista

Noticias Adventistas 2023.06.02

Hellen Hall, una voluntaria misionera australiana de 83 años, ha dedicado su vida a ayudar a los necesitados, y su esfuerzo más reciente la ha llevado hasta Tailandia. Hall ha viajado a la región fronteriza de Myanmar y Tailandia, donde trabaja en la Academia Eden Valley para brindar educación y apoyo a refugiados y jóvenes que han sido desplazados por la violenta inestabilidad del área.

Eden Valley Academy es una escuela que educa a jóvenes que han huido de sus hogares debido al conflicto y la violencia. La escuela está ubicada cerca de la frontera entre Tailandia y Myanmar y actúa como un refugio seguro para los jóvenes que necesitan un ambiente de apoyo y cuidado. Actualmente, Eden Valley Academy tiene capacidad para más de 800 estudiantes y sigue creciendo año tras año. Con más de 50 maestros, Hall está haciendo un trabajo inspirador para cambiar la vida de los jóvenes en estas áreas desafiantes.

“Estamos tratando de capacitar a personas que saben lo que creen en una fuerte convicción adventista—conocemos los principios de salud—para que cuando regresen, puedan comenzar a dirigir su propia escuelita para testificar en comunidades en muchos lugares de Myanmar donde otros la gente no puede ir”, explicó Hall.

Las responsabilidades de Hall en Eden Valley Academy son multifacéticas. Ella ayuda en el salón de clases y con los estudios académicos de los estudiantes, pero también juega un papel vital al brindar apoyo emocional y espiritual a los estudiantes de la escuela. Muchos de los estudiantes han pasado por el dolor y la aflicción, y Hall está allí para prestar un oído comprensivo y un corazón bondadoso.

“Me siento muy privilegiado de poder hacer este trabajo”, explicó Hall. “Es un entorno desafiante, pero también es increíblemente gratificante poder marcar una diferencia en la vida de estos jóvenes”.

El trabajo de Hall en Eden Valley Academy incluye más que solo brindar educación y asistencia. Se trata de ayudar a los jóvenes a reconstruir sus vidas y encontrar esperanza para el futuro.

“Creo que todos merecen la oportunidad de vivir una vida significativa y satisfactoria”, dijo. “Y si puedo ayudar a una persona a lograr eso, habré hecho algo que realmente valga la pena”.


Fuente: https://adventist.news/