Si salgo solo con adventistas, sin compartir mi fe, mi espíritu muere”, me dijo mi amigo Jaehwa. “Pero si le enseño a un solo niño no adventista”, continuó, “me siento muy inspirado. Había dos estudiantes que nunca antes habían ido a la iglesia. No tenían ningún interés en Dios hasta que nos conocieron. Sin embargo, me dijeron: ‘Compartir la Biblia es muy divertido. Me ayuda a vivir una vida mejor.’ ”
Jaehwa es un joven adventista que participa en un proyecto de plantación de iglesias cerca de mi casa. Cada sábado, un pastor jubilado, un estudiante de teología, un anciano y jóvenes adultos adventistas se reúnen para estudiar la Biblia con familias interesadas en aprender más sobre las creencias adventistas.
El proyecto comenzó en 2020. El dueño de una librería adventista, el élder Namkeun Kim, habló con los padres y las academias privadas acerca de enviar estudiantes a las escuelas adventistas. Habló con los padres durante horas, forjó relaciones con ellos y se ganó su confianza mientras hablaba sobre la felicidad familiar, la formación del carácter y otros beneficios prácticos del estudio de la Biblia. Junghyun Do, un estudiante de teología, trajo muchos niños a Jesús.
A principios de 2021, Jaehwa se sintió llamado a iniciar la plantación de una iglesia. Se dio cuenta de que algunos de sus amigos dejaron de asistir a la iglesia durante el COVID y no regresaron incluso después de que los servicios volvieron a ser legales. Quería crear un espacio en el que se sintieran cómodos para unirse. ¡Y el élder Kim conocía a algunos dueños de academias que les habían permitido usar las salas de la academia sin pagar alquiler para estudios bíblicos!
“Tenemos una forma única de hacer iglesia”, me explicó Jaehwa. “Tradicionalmente, se espera que los niños se sienten y escuchen durante la iglesia, pero aquí se les anima a compartir y se divierten mucho. Durante el tiempo de la lección de Escuela Sabática, los capacitamos para profundizar en la Biblia y articular lo que han aprendido, incluso los principiantes, los no adventistas. Los niños también predican de vez en cuando. Hay mucho entusiasmo; comparten la Biblia entre ellos con tanta pasión y alegría”.
Jaehwa no quería pelear por atraer miembros existentes de la iglesia; en cambio, él y sus amigos querían llegar a personas a las que nadie más había llegado. “Creo que la Biblia tiene todo lo que necesitamos si podemos presentarlo correctamente. Ahí es donde entramos nosotros”.
El proyecto es colaborativo, ya que los estudiantes bautizados y sus familias se han unido a varias iglesias adventistas locales después de haber estudiado con nosotros. “El trabajo de la iglesia no debe ser una competencia”, dice Jaehwa. “Vi tanta esperanza y poder en unirnos para alcanzar a alguien que no está en nuestro círculo religioso”.
Más de 60 personas se han bautizado entre 2020 y 2022. Luego, los nuevos miembros son bienvenidos en diferentes iglesias locales que pueden servirles mejor.
El ministerio está tomando una forma diferente a la que Jaehwa imaginó originalmente, convirtiéndose más en un centro de capacitación misionera que en una iglesia tradicional. Pero está emocionado de ver cómo obrará Dios.
Él dice: “Estoy realmente seguro de que cuando ponemos nuestro corazón en Dios y decimos: ‘Quiero compartir este mensaje de esperanza eterna’, el cielo está tan listo para ayudarnos cuando damos un paso de fe. Nuestro trabajo es hacer lo que somos capaces de hacer, fielmente”. Continúe orando por Jaehwa y otros adventistas en Corea que buscan compartir el evangelio con una generación más joven.
Fuente: https://www.adventistworld.org/
