Monólogo uno
Es de noche. Tres figuras en una habitación pequeña y lúgubre. Una joven dormida. Una sombra oscura encapuchada se encuentra junto a ella y una luz velada emana de una tercera figura que se encuentra alejada de las otras dos. La sombra oscura habla.
Se trata de esto. ¿Creíste que me enfadaría? ¡Qué poco me conoces! Disfruto esto con todo mi magnífico ser. El tablero de ajedrez celestial está listo. ¿Oyes y ves, bruñido payaso musculoso? Tu Maestro está condenado. Este es mi mundo, mis términos. Tan pequeño como el ancho de un cabello, el Hijo de Dios una célula de cigoto, dentro de la carne débil de una cucaracha humana intrascendente. ¡Ni siquiera es consciente de ello todavía! Qué fácil aplastarles la vida a ambos.
La luz velada da un paso adelante.
Pero eso sería demasiado simple, demasiado indoloro, ¿no es así, Gabriel? Durante milenios he estudiado las alimañas humanas. Conozco cada debilidad, cada fisura en la naturaleza humana. Adam no pudo resistirme. Ni Noé, Moisés, Daniel, Job. Dime una persona, solo una, ¿quién se me resistió?
Te quedas en silencio… y bien lo haces. Viene como un humano frágil, la sombra se ríe en voz baja … quién lo hubiera pensado. Él también… fracasará. ¿Quién entonces rescatará a la humanidad de mí? Mi presa. Mi legítima recompensa. Serán míos para siempre. Oh los planes que tengo. Ya no envuelto en sombras, estallé en esplendor como dios todopoderoso. Los mejores de mis protegidos del pasado serán como santos cuando no tenga obstáculos. Tu Maestro recorrerá el camino primero. Cada aliento suyo bautizado en tentación, traición, odio, mentira, dolor. Mi gloria… el sufrimiento humano… su estupidez. En él me gloriaré más. Y cuando Él falle… ¡Oh, la dicha del pensamiento… Él también… será mío!
El contorno de la sombra se estremece mientras suelta un gemido de éxtasis.
¿No tienes imaginación Gabriel? Vigilad y ved lo que inflijo a vuestro Maestro. Ponte de pie y prepárate, porque no puedes tocarme, estás prohibido. Debe transitar el camino humano completamente como un ser humano, no como un dios. Esto lo sé… ¡pues no soy yo el dios de este mundo! Tiembla Gabriel. Rasga tus túnicas etéreas con desesperación. Vuestro Maestro dice que viene a salvar a la raza humana… pero ¿quién lo salvará a Él?
Monólogo dos
Gabriel se mueve, la gloria velada fluye como oro líquido por el suelo, deteniéndose justo antes de la sombra.
Dices algo de verdad Lucifer.
No, quédate con tus palabras, es mi momento de responder. Nos mantuvimos unidos en medio del fuego sagrado en la montaña de Dios, hermanos eternos junto al trono glorioso del Exaltado. No conocíamos nada excepto la alegría y la dicha, toda la creación palpitaba únicamente con amor y deleite desinteresados. Habría dado mi existencia por ti. ¡¿Por qué?! ¡¿Qué has ganado?! Si deseaste la angustia de todo el cielo entonces la tienes. ¡Ahora ve! Aún no ha llegado tu hora.
La sombra se ríe mientras hace una reverencia burlona. Cuando se inclina, la parte superior de su cabeza entra en la luz de Gabriel. Un sonido como el chisporroteo de la carne quemada. La risa se corta, la sombra desaparece. Gabriel va al lado de la cama de la mujer dormida.
Duérmete dama favorecida, yo estoy contigo. No soy Dios para saber tu futuro, pero estoy seguro de que el camino no será fácil. Dentro de tu vientre está Aquel que te creó, que nos creó a todos. Ha llegado a territorio enemigo. Ojalá viniera con los ejércitos del cielo. Un día pero no esta vez. Viene a librar un combate mortal cuerpo a cuerpo como un frágil ser humano, contra el más poderoso de los ángeles jamás creado. Lucifer tiene razón; Tiemblo por mi Comandante.
Lucifer desprecia a mi Señor más allá de toda razón. Cuando se rechaza el Amor, sólo queda el hedor cadavérico del odio. Debe alimentarse con avidez del dolor y la corrupción de los demás, ya que se ha privado de todo lo que realmente satisface.
Dos veces he visto rebelión a María. el dolor del cielo; una tercera parte de mis camaradas celestiales negando a su Creador en petulante insurrección y egoísmo, perdidos para siempre pero hiriendo para siempre el corazón del Amor. Conozco todos los nombres. Cada individuo único precioso. Y cuando tus primeros padres se unieron a la rebelión, pensé que significaba que la tierra también se perdería para siempre, indefensa bajo el gobierno despótico de Lucifer.
La euforia llenó todo el cielo cuando nuestro Padre e Hijo nos dijeron que había esperanza; había un plan. Sin embargo, nuestro triunfo se convirtió en horror cuando supimos el costo para el Hijo, el Creador de todo, la representación exacta de nuestro Padre. Dios Hijo para hacerse humano, vivir como humano, sufrir y morir como humano… para recuperar a la humanidad. ¡No! No podía ser. me ofrecí. Me estremezco al pensar en ello ahora. Solo el Creador puede redimir Su creación.
Descansa María. Pronto lo sabrás. Tu cuerpo acuna al Mesías tan esperado, única esperanza para todas las naciones, Señor tuyo y mío. Dios con nosotros.
Fuente: https://record.adventistchurch.com/
