Los líderes de Conquistadores de Ucrania y Polonia trabajaron en colaboración para organizar un campamento de verano con miembros adventistas de ambos países. Con corazones abiertos, los Conquistadores polacos abrieron el campamento a sus nuevos amigos ucranianos que ahora viven en Polonia.
Ubicado en la pintoresca región de Mazury, Polonia, en el Centro Recreativo Waszeta cerca de la ciudad de Olsztynek, el campamento recibió a 200 adolescentes y sus instructores.
El tema del campamento “Crónicas de la última batalla”, brindó una oportunidad para que los campistas profundizaran su fe y creyeran en Jesús como la solución definitiva al conflicto y al pecado.
Lo mejor de los equipos
El campamento de verano fue el mejor trabajo en equipo. Mientras que el equipo de Ucrania dirigía el programa, el polaco dirigía la logística. “En nombre de la familia de la iglesia ucraniana, queremos agradecer especialmente a los patrocinadores, la Unión Polaca de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, los distritos y la Fundación de Ayuda a los Niños de Polonia”, dijo la líder de los Conquistadores de Ucrania, Antonina Kozak. Todos contribuyeron para que los jóvenes recibieran todo lo que necesitaban, “transporte cómodo, comidas cuidadosamente planificadas y balanceadas, recorridos por la ciudad con obsequios y dulces para las reuniones vespertinas con fogata”.
El campamento elegido por el equipo polaco es un lugar acogedor y tranquilo, situado en medio de un bosque de coníferas ya poca distancia a pie de un lago. Dos veces al día, los campistas nadaban o disfrutaban de kayak y paddleboard, compartiendo el lago con gaviotas y patos.
Cada día, los campistas podían elegir dos actividades de las 20 programadas, que incluían juegos de campo, manualidades y habilidades para acampar. Además, podrán jugar al fútbol, al voleibol y al ping-pong, o intentar superar los miedos de la adrenalina en el parque de cuerdas construido por los monitores.
El regalo de la seguridad
“Sin el generoso apoyo de los miembros de la Unión Polaca y sus líderes, este campamento no hubiera sido posible”, comentaron los líderes. “Además de la provisión de una gran cantidad de actividades, quizás lo más importante: a los jóvenes se les brindó un lugar seguro y la oportunidad de esperar un futuro mejor y olvidarse por un breve momento de la tristeza. Cada día que pasó sin el sonido de las sirenas fue un regalo indescriptible para todos y permanecerá para siempre en sus corazones”.
El campamento terminó con una nota alta con el bautismo de 18 adolescentes que entregaron su vida a Jesús. “Gracias por mostrar el verdadero cristianismo”, dijo Kozak. “Gracias, Unión Polaca y Fundacja Pociecha [Fundación de Ayuda a la Infancia].
“Amigos nuestros: sin ustedes, nada de esto hubiera pasado. ¡Gloria a Dios y muchas gracias!”
Por Noticias de la División Transeuropea y Adventist Review
Fuente: https://www.adventistworld.org/
