El Campamento Juvenil Adventista Karen 2022 atrajo a una multitud de casi 400 jóvenes y sus líderes al Campamento Wagner en Michigan, Estados Unidos, del 5 al 9 de julio de 2022, con el tema “Vivos en Cristo”.
Representan a la diáspora Karen (pronunciado ka-REN), la mayoría de los cuales son refugiados de Myanmar y Tailandia reasentados en América del Norte durante los últimos 10 a 15 años.
Debido a la pandemia, era la primera vez en dos años que estos jóvenes podían estar juntos en persona; viajaron desde 17 estados de los EE. UU., así como partes de Canadá.
Docenas de jóvenes comprometidos, algunos de los cuales asistían a su primera reunión campestre, se unieron temprano en la mañana a las sesiones de oración unidas. Luego siguieron servicios de canciones conmovedoras, testimonios poderosos y sesiones de adoración matutinas impartidas por estudiantes que estudian para convertirse en pastores. Se ofrecieron seminarios sobre la historia, la cultura y la misión de Karen, la curación del trauma y la superación de desafíos, la salud y más. Algunos presentadores eran estudiantes graduados de trabajo social de la Universidad de Andrews. Voluntarios dedicados también proporcionaron reuniones para niños.
Por la tarde se llevaron a cabo animados juegos al aire libre, mientras que por la noche se presentaron competencias de canto, recitación de las Escrituras y parodias creativas. La mayor parte del tiempo se utilizó el idioma karen, pero a veces también se utilizó el inglés.
El tiempo de la Escuela Sabática se centró en los informes de viajes misioneros y una entrevista con una familia joven que regresa al área de refugiados como misioneros para su propia gente. Dijeron que “perseguir el sueño americano” era insatisfactorio y decidieron volver a la selva para enseñar a los niños refugiados. Se entrevistó a jóvenes aspirantes a pastores y los pastores principales oraron por un grupo. El sermón sobre el hijo pródigo fue pronunciado por el presidente de la Asociación Lake Union, Ken Denslow.
Una obra evangélica en progreso
Actualmente, 56 congregaciones Karen están repartidas por América del Norte en docenas de estados, con solo doce pastores apoyados por la iglesia que trabajan a tiempo parcial o completo. Muchos grupos están siendo guiados fielmente por líderes laicos voluntarios. El consultor de plantación de iglesias de NAD Karen, Jimmy Shwe, y su equipo de líderes tienen una visión para que sus jóvenes se conviertan en líderes fuertes y trabajadores para Dios. Las capacitaciones frecuentes de liderazgo juvenil, los campamentos juveniles y otros eventos, como las reuniones de campamentos juveniles, les dan motivación y herramientas para la obra de Dios.
El pueblo Karen es originario de Myanmar (también llamada Birmania). La tradición oral transmitida de generación en generación declaró que sus antepasados alguna vez habían creído en el único y verdadero Dios Creador, pero habían perdido el libro de Dios. Sus mayores repetían que un día sus “hermanos menores del oeste” les devolverían el libro de oro de Dios. Anhelaban y esperaban que esto sucediera.
Cuando los misioneros finalmente llegaron con el evangelio, cientos de miles de karen se hicieron cristianos. El narrador y autor Eric B. Hare fue quizás el misionero adventista más conocido que trabajó con el pueblo karen. Muchos fieles miembros de iglesia de tercera y cuarta generación entre ellos se han convertido en pastores, maestros y líderes. En medio del budismo y el animismo prevalecientes en el sudeste asiático, los karen son un testimonio de la “eternidad en sus corazones” (Eclesiastés 3:11) que Dios ha plantado en muchas tribus distantes que han respondido cuando se encuentra la clave dentro de su propia cultura para vincularlos al evangelio.
El Espíritu Santo habló poderosamente a través de Stephen Mothapo, un pastor karen en Iowa, quien dio mensajes penetrantes sobre cómo encontrar el propósito de la vida, la victoria sobre el pecado, la seguridad de la salvación y el gran amor y plan de Dios para sus vidas. Sus poderosos llamamientos y oraciones tocaron profundamente los corazones cuando los preciosos jóvenes respondieron al llamado del bautismo y docenas volvieron a dedicar sus vidas al Señor y Su servicio. Fue inolvidable.
Por Carol Reynolds, Heraldo de la Unión del Lago
Fuente: https://www.adventistworld.org/
