Hay más de 8000 dentistas registrados en África, que atienden a una población aproximada de 1200 millones de personas. Esa es una relación dentista-población de 1:150,000. Estos datos estadísticos muestran lo difícil que es para las personas en este continente lograr la salud dental. La higiene dental es algo que debe ser valorado y considerado. La mayoría de las personas en estas áreas anhelan una salud dental adecuada, saneamiento y una mejora de la vida; sin embargo, debido a la pobreza y diversos desafíos, estas necesidades parecen imposibles.
Un grupo de odontólogos vio la inmensa necesidad de atención de salud dental en estos lugares y se propuso organizar un programa para ayudar a hacer un cambio y mejorar sus vidas. Meriam se unió a ellos; ella es una dentista filipina que creció en Filipinas y dedicó su vida a su misión de hacer sonreír a las personas a través de una atención dental adecuada.
El viaje de la vida de Meriam como misionera comenzó en la escuela secundaria. A una edad temprana, ya tenía el sueño de convertirse en contadora. Su pasión por las matemáticas hizo que se interesara tanto en la profesión y creía que la contabilidad sería la mejor opción para ella.
Durante sus años de escuela secundaria, Meriam se involucró en diferentes ministerios en la escuela, lo que la llevó a una relación más profunda con Cristo. Ella ha estado leyendo la Biblia y orando fervientemente para que Dios la guíe, y fue durante estos tiempos que entendió el mensaje de Dios para ella. Meriam aprendió que la obra médica misionera es la mano derecha del evangelio y, a través de la sanidad de Dios, las personas llegarán a saber cuán fuerte y poderoso es nuestro Salvador. Esto la animó a decidirse y convertirse en misionera.
“Sé que tomar un curso de medicina es bastante costoso, pero mi decisión de tomar la odontología es algo que me animó a hacer más por él y llegar a más personas a través del campo de la medicina”, dijo Meriam.
A pesar de las dificultades financieras, Meriam decidió seguir su carrera en odontología y, finalmente, pudo obtener su licencia para ejercer. Terminó su licenciatura en odontología en la Universidad Adventista de Filipinas. Su pasión por aprender odontología, junto con su amor por la misión, se reforzó y amplificó en la universidad.
Hoy, Meriam es parte de un equipo que se acerca a las familias africanas que buscan servicios de atención médica. Es dentista misionera de International Caring Hands. Van a diferentes lugares para llegar a las personas que necesitan asistencia médica y alientan a otros a involucrarse en llevar las buenas nuevas por todo el mundo.
Con cientos de familias viviendo en lugares donde no hay electricidad o áreas remotas donde les tomará días viajar a pie para llegar a las ciudades, Meriam y otros dentistas misioneros les acercan la clínica dental para atender sus necesidades y les presentan la última fuente de felicidad, Jesús.
“Aquí tenemos camiones dentales que transportan todo nuestro equipo básico para atender a las personas que necesitan atención dental. Estos camiones pueden alimentar nuestras máquinas de rayos X y todo nuestro equipo dental. Es simplemente una bendición ver a estas personas tener la oportunidad de recibir servicios dentales que ni siquiera han experimentado en toda su vida”, dijo Meriam. “Verlos sonreír y poder presentarles a Jesús, es simplemente una experiencia que ninguna cantidad de dinero puede comprar”.
Oremos por Meriam y otros misioneros mientras van y hablan de Jesús en diferentes campos misioneros alrededor del mundo.
Por Edward Rodríguez, Departamento de Comunicaciones de SSD
Fuente: https://adventist.news/
