Maestra envía mensajes bíblicos a más de 200 personas al día

Noticias Adventistas 2022.07.02

Durante seis años, Eliéde Rodrigues ha dedicado sus primeras horas del día a enviar mensajes a más de 200 personas en varias listas de difusión que creó para compartir esperanza y fe. “Mi rutina empieza antes de las 5 am, porque primero tengo mi momento con Dios. Luego comparto los mensajes con la gente. Todo está calculado. Después de terminar, voy a hacer actividad física y saldré a trabajar con el corazón feliz”, detalla.

La forma de empezar el día de Eliéde cambió no solo su vida, sino también la de muchas otras personas.

Con poco más de media década de ministerio, Eliéde colecciona historias. “Conocí a una dama en la feria. Solía ​​comprarle pulpa de fruta hasta que obtuve su número de teléfono y comencé a enviarle mensajes de texto todos los días. A través de esta forma de estudio de la Biblia, ella comenzó a diezmar. Me alegré mucho cuando me lo dijo”, dice la maestra, quien también es directora de una escuela en Macujaí, Roraima.

La primera lista de transmisión, creada en 2017, incluía hijos, yernos, nueras, hermanos y conocidos. Pronto llegó a un total de 60 personas. Hoy, una de las listas tiene 180 personas.

Además de los mensajes de “Buenos Días Mujer”, “Revivida” y “Meditación del Día”, Eliéde también cuenta con un grupo especial de hermanos recién llegados a la Iglesia Adventista y que reciben diariamente la lección de Escuela Sabática de su .

“Algunas personas ni siquiera ven los mensajes. Otros ven pero no responden. Cuando empecé, estaba triste por eso, pero luego entendí que no era por mí que estaba haciendo esto, sino por Jesús. Ahí fue cuando entendí que lo que estaba haciendo era mi ministerio”, dice emocionada la profesora.

Otro grupo recibe diferentes mensajes todos los días: una pequeña frase poderosa: “’¡Oro por ti!’ Este, lo envío a 40 personas, que son hermanos que Jesús me dio: son pastores, líderes y amigos que tienen un acuerdo de orar los unos por los otros hasta la eternidad”, explica Eliéde.

Desafío

No todos los días son flores y sol para la mujer misionera. “Una vez escribí mal el número de una persona, y ella respondió molesta, diciendo que no le enviara más mensajes de texto porque no me conocía. Estaba triste, pero recé por ella incluso sin conocerla”, dice Eliéde.

Sin embargo, hay personas a las que Eliéde envió mensajes de texto por error que le agradecieron. “Lo envié a un número equivocado, y la persona me agradeció e incluso dijo que si no fuera por ese mensaje, habría hecho una [mala elección] ese día. Hasta el día de hoy le envío un mensaje y oré por ella casi dos meses después de que se separó de su esposo de manera especial”, narra.

Madre de seis hijos y abuela de tres nietos, Eliéde está orgullosa de la educación que les ha dado a sus hijos, quienes ahora están involucrados en los esfuerzos de la iglesia. Actualmente, trabaja como directora y se divide entre actividades escolares, hogar, iglesia y familia, que ahora ha crecido para incluir yernos, nueras y nietos.

Misión renovada

Eliéde siempre busca innovar los mensajes. Durante la pandemia, leyó dos libros y compartió todo con amigos a través de publicaciones en las redes sociales. “Estoy segura de que alguien lo leyó conmigo”, cree. Eliéde resume todo su trabajo en una frase: “Tengo una misión que me encomendó Jesús: llevar el evangelio. Y así es como lo encontré, y estoy muy feliz con cada mensaje de ‘gracias’ que recibo”.

Eliéde señala que no es fácil, sobre todo los fines de semana, pero cuando piensa en darse por vencida, recuerda a cuántas personas ha podido ayudar y a cuántas aún tiene que llegar con sus mensajes.

Por Jackeline Farah


Fuente: https://adventist.news/