Apenas entrando al lugar pude ver miles de personas que habían llegado allí para recibir palabras de esperanza. Antes de sentarme, las imágenes del repleto estudio de fútbol me llevaron en el recuerdo a 18 años atrás, cuando visité Perú.
Transcurría julio de 2004 y yo debía dar cobertura a la Caravana de la Esperanza, una cruzada de evangelización en la que el pastor Alejandro Bullón iba a predicar en los estadios de fútbol de 24 ciudades en tan solo 13 días. Viajábamos toda la noche por tierra para llegar a la siguiente ciudad y a las 10:00 de la mañana encontrábamos el lugar lleno. El pastor predicaba y, al terminar la reunión, partíamos inmediatamente hacia la otra ciudad. Recuerdo que en esa ocasión, quien era presidente de la Unión Peruana, el pastor Melchor Ferreyra, me asignó un teléfono móvil satelital, pues mi compromiso era la transmisión para Radio Mundial Adventista y reportajes para la red de emisoras Nuevo Tiempo en Perú.
Llega a mi mente el recuerdo de la sabrosa comida peruana, el olor fuerte a pescado en la ciudad de Chimbote, las montañas del Puno, las tribus Bora-Bora cerca de la isla de Iquitos y el llegar a los estadios para ver miles de personas entregando su vida a Jesús.
Las luces del estadio me hicieron regresar al presente. Sí, ahora estaba en el Estadio de Fútbol Las Flores, Departamento de Jalapa, en Guatemala y estaba por terminar una experiencia similar. Había acompañado al Pastor Melchor Ferreyra, evangelizador de la División Interamericana, en la caravana de evangelismo “No te rindas, aún hay esperanza”. En esta ocasión no fuimos de ciudad en ciudad como en Perú, sino de país en país por Centroamérica y República Dominicana, madrugando cada dos días para llegar con suficiente tiempo de movernos por tierra a las instalaciones del programa. En solo 15 días el pastor Ferreyra visitó 7 países predicando la palabra de Dios en estadios como éste, donde más de 21,000 personas entregaron su vida a Jesús y miles recibieron la señal por Hope Channel Interamérica y más de 25 emisoras adventistas.
Un versículo llevaba presente en mi mente en medio del recorrido: “Escucha lo que te mando: Esfuérzate y sé valiente. No temas ni desmayes, que yo soy el Señor tu Dios, y estaré contigo por dondequiera que vayas” (Josué 1:9).
Apenas salíamos de lo peor de la pandemia de COVID-19 y, después de tanta incertidumbre, la gente estaba ansiosa de recibir esperanza, de encontrarse con otros y sentir el calor humano. La caravana había iniciado en República Dominicana, para proseguir por Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador y terminaba aquí en Guatemala. Ahora, en el final del recorrido, llegaban a mi mente los rostros que habían quedado grabados en mi memoria. Los veía cuando pasaban al llamado con lágrimas en los ojos. Pensaba en las historias de sus conversiones que ellos mismos me habían contado y veía cómo Dios siempre está buscando al ser humano para salvarlo.
No puedo olvidar a Jeffrey, quien conocí en Costa Rica. En su juventud, e impactado por la separación de sus padres, se involucró en las pandillas y el consumo de sustancias adictivas; pero Dios empezó a hablar a su corazón a través de un miembro de la iglesia con quien empezó a estudiar la Biblia. Fue invitado al programa “No te rindas, aún hay esperanza” y esa noche le pidió a Dios que le indicara si había llegado al lugar correcto para recibir la oportunidad que necesitaba. A mí se me erizó la piel cuando Jeffrey me relataba que esa misma noche el predicador dijo que esa era la noche de oportunidad para una vida nueva y que ese era el momento de hacer pacto con Dios. Jeffrey dice que Dios le habló directamente a él y decidió de inmediato recibir el bautismo.
Por Miqueas Fortunato. Director de distribución de Hope Channel Interamérica.
Fuente: https://www.interamerica.org/es/