Una Misión de Servicio y Amor en Togo

Noticias Adventistas 2022.05.28

Más de sesenta familias encontraron una mano amiga en dos jóvenes misioneros de Chile durante los 14 meses que pasaron en Togo, en África Occidental.

Ángela Martínez y Francisca Bustamante, ambas de la ciudad de Concepción, Chile, viajaron a Togo en noviembre de 2020, cumpliendo el sueño de ser las manos y la voz de Jesús en tierra extranjera.

Togo es uno de los países más pequeños de África y la mayoría de sus habitantes viven por debajo del umbral de la pobreza. Ángela y Francisca fueron a Togo para apoyar allí la Unidad Odontológica del Hospital Oftalmológico Adventista de Glei. También encontraron su misión en el apadrinamiento de niños locales, con el apoyo de personas de Chile que los acompañaron en esa misión de amor.

“No fue fácil llegar a Togo”, dice Francisca. “En cada control fronterizo parecía haber un problema. Pero sabíamos que todo estaba en las manos de Dios. Si lo logramos, es solo porque era parte de Sus planes para nosotros”.

Sirviendo en Togo

En Togo, Ángela y Francisca enfrentaron una serie de desafíos, incluida la capacidad de comunicarse con fluidez. Aunque el francés es el idioma oficial, existe una diversidad de idiomas y dialectos, hablados por una diversidad de grupos étnicos.

La Unidad Dental donde Ángela y Francisca atendieron está en Glei, una zona rural a tres horas en auto de Lomé, la capital. Antes del viaje, ambos recolectaron donaciones de insumos dentales de amigos e instituciones. Resultó providencial, pues al llegar al hospital se dieron cuenta que todo lo que habían traído hacía mucha falta en su lugar de servicio. Además de su trabajo habitual, ambos realizaron talleres sobre salud e higiene bucal, dirigidos especialmente a los niños.

Ángela y Francisca también decidieron apoyar a la iglesia adventista de Kpalapkue, a treinta minutos a pie desde el hospital por un terreno accidentado. En esa iglesia, organizaron la escuela sabática y los servicios de adoración. La iglesia también comenzó a incluir a los jóvenes a través de la escuela sabática de los niños y la alabanza de los niños en el culto, informaron Ángela y Francisca.

Patrocinio de niños

En Togo, los niños saben poco sobre jugar, ir a la escuela o celebrar la Navidad y los cumpleaños. Muchos niños tienen que trabajar para mantener a sus familias.

Una situación tan grave motivó a Ángela y Francisca a involucrar a los niños en diversas oportunidades y actividades. Los jóvenes asistentes dentales invitaron a un grupo de niños para que los ayudaran a limpiar el hospital y les pagaron por ello. Antes de empezar a limpiar, todos desayunaron juntos y, al mediodía, pararon a almorzar. Además de pagar a los niños algo de dinero por su trabajo, una vez al mes los voluntarios les entregaban una caja con alimentos básicos para llevar a casa.

Dios multiplicó los recursos

Toda actividad tiene un costo, pero “Dios multiplicó los recursos”, dice Francisca. Además de amigos y familiares, “había personas que nunca habíamos conocido que confiaron en lo que estábamos haciendo y decidieron apoyarnos”.

Cuando llegó la Navidad, Ángela y Francisca organizaron un programa para enseñar a los niños el verdadero significado de la celebración. Para muchos de ellos, era su primera Navidad y la primera vez que recibían un simple regalo.

Para los líderes de los Servicios de Voluntariado Adventista (AVS) de la División Sudamericana, acciones prácticas de amor y servicio desinteresado como las que Ángela y Francisca realizaron en Togo son el reflejo de una vida con Cristo. “Ese es el propósito de ser misioneros, predicar con hechos y palabras el evangelio de Jesús”, dijeron.

Por Unión Misión Chilena, División Sudamericana y Adventist Review

Fuente: https://www.adventistworld.org/