Desconectado es la palabra que suele utilizarse para caracterizar la experiencia de la pandemia. De hecho, puede ser la realidad para la mayoría de las personas.
La congregación de Golden Gate All Nations (GGAN) en Naples, Florida, Estados Unidos, es una notable excepción. Su experiencia ha sido dramáticamente diferente, siendo “conectados” la respuesta abrumadora. El tema Unidos a través del compañerismo, la adoración y el discipulado “entró en acción cuando las puertas de la iglesia se cerraron oficialmente”, dijo Dolphy Cross, pastora de Golden Gate cuyo liderazgo se extiende a otras tres iglesias.
Dios tenía otros planes
Ese día de marzo de 2020, cuando la confirmación de la fuerza de COVID-19 convirtió un almuerzo de hermandad planificado posterior al culto en un almuerzo en caja “Grab ‘n Go”, se estableció el camino.
“El enemigo planeó cerrar esta iglesia, pero Dios tenía otros planes”, dijo la secretaria de la iglesia, Catherine James-Bell, mientras reunía las fuerzas. La iglesia virtual en Zoom y YouTube se convirtió en el estándar durante dos años. Obtuvo apoyo para los servicios de adoración de los ancianos y miembros de la iglesia para la Escuela Sabática, la música de adoración y, ocasionalmente, la Palabra hablada mientras el pastor Cross ministraba a sus otras iglesias.
Para interés adicional, James-Bell contactó a amigos y familiares en su Santa Lucía natal, en Trinidad y Tobago y otros países del Caribe, exponiendo a GGAN a una variedad de experiencias de adoración, mientras expandía el alcance de la iglesia GGAN a través de unión externa.
Las actividades de la iglesia continuaron durante la semana ya que se empleó la línea telefónica de conferencias para las reuniones de oración de los miércoles por la noche. Los viernes por la noche, con Hidy Matthew, líder de la Juventud Adventista, como anfitrión, los miembros se reunieron virtualmente para el servicio vespertino para dar la bienvenida al sábado y celebrar la supervivencia de otra semana.
Las características importantes de las sesiones vespertinas de los miércoles y viernes fueron los testimonios que los miembros compartieron para animarse unos a otros a través de la manifestación de Dios en sus vidas. Fueron acompañados de pedidos de oración que cubrieron a aquellos miembros, familiares e incluso vecinos afectados por el COVID-19 u otras enfermedades.
Otra característica fue la Palabra hablada entregada por un miembro de la iglesia, transformando a muchos en predicadores laicos, un claro ejemplo del poder del sacerdocio de los creyentes. Cuando uno de los incondicionales de GGAN falleció en el punto álgido de la pandemia antes de la vacuna, James-Bell organizó una despedida en automóvil. También hubo celebraciones de cumpleaños en automóvil con entrega de obsequios: dos para personas mayores atesoradas, una para un niño de cinco años.
Apoyo de Departamentos
El Ministerio de Salud de GGCN, encabezado por la médica del departamento de emergencias Patricia Gardner y un equipo de enfermeras comprometidas, se convirtió en el centro para brindar información actualizada sobre la pandemia y su devastación en todo el país y el mundo. La iglesia confió en este departamento activo para obtener información confiable con respecto a vacunas, tapabocas, autoprotección y atención domiciliaria de las familias. Más importante aún, establecieron protocolos estrictos para salvaguardar la salud de los miembros cuando la iglesia reabrió, primero con cautela y luego con la reapertura total el 5 de marzo de 2022.
Otros ministerios utilizaron la plataforma Zoom y las instalaciones de teleconferencia para presentar programas. A través de las reuniones telefónicas de los miércoles por la noche, el Ministerio de Educación mantuvo una rienda de apoyo a las actividades de los jóvenes, especialmente de aquellos que estaban en la universidad. Los ministerios de la mujer llevaron a cabo una serie “Diga la verdad” en Zoom, invitando a oradores aclamados a nivel nacional para brindar información crítica sobre temas de particular relevancia en esta peligrosa era posterior a la verdad.
Continuando con la agenda de mantenerse conectados, los ministerios de hombres continuaron con su serie de entrevistas “Conozca a su prójimo” diseñada para ayudar a los miembros a conocerse más unos a otros. Los hombres también se reunieron en una llamada telefónica a las 5:30 a. m. para mantenerse conectados, apoyarse y orar unos por otros y por toda la iglesia, que para entonces se había convertido en una familia muy unida. Durante noviembre, el departamento de Servicios Comunitarios recolectó pavos para continuar con su distribución anual de pavos durante el Día de Acción de Gracias.
Incluso cuando el aguijón del COVID-19 parece disminuir, Dios continúa derramando Sus bendiciones. Los miembros que no pueden navegar en línea han sido ayudados por un servicio de recogida personalizado de John Bell, diácono principal. La iglesia ha experimentado un aumento constante en la membresía, junto con los diezmos y las ofrendas.
En celebración de la oportunidad de mantenerse en contacto visual y audiblemente, Cross dijo que alaba a Dios “por la fidelidad de los miembros que se mantuvieron impertérritos, firmes y fieles a Dios. Todos aceptamos plenamente el lema no escrito que ahora se ha convertido en el lema escrito: ‘Unidos a través del compañerismo, la adoración y el discipulado’. ¡A Dios sea la gloria!”
Por Meryl James-Sebro, Southern Tidings y Adventist Review
Fuente: https://www.adventistworld.org/
