El ministerio de oración es la base espiritual fundamental de su iglesia. Cuando sienta el llamado de Dios para asumir este ministerio, considere lo siguiente:
Prepárate. La Biblia abunda en consejos sobre cómo acercarnos a Dios, y Él agradece que nos volvamos hacia Él en cualquier momento. Sin embargo, para que podamos ministrar a otros a través de la oración, tenemos que prepararnos espiritualmente. Pasa tiempo en oración, confesando todos tus pecados, y recibe el perdón y la renovación que trae el Espíritu Santo cuando te humillas ante Dios.
Junto con la preparación espiritual, puedes hacer algunos deberes. Lea una guía para el ministerio de oración, como la Guía de inicio rápido para coordinadores de Ministerios de oración de AdventSource.* Trate de ampliar su conocimiento de las prácticas de oración y considere la variedad de formas en que la oración puede ser un ministerio.
Oren por sabiduría. Vale la pena tomarse un tiempo para orar por la percepción del Espíritu Santo sobre sus propósitos específicos. Entre ellos puede estar orar regularmente por la fortaleza y protección de su(s) pastor(es) y otros líderes espirituales; pedir y recibir orientación para los ministerios de su congregación; traer el despertar espiritual y el crecimiento de los demás miembros y de usted mismo; aumentar la calidad y frecuencia de la confraternidad; interceder ante Dios en tiempos de prueba y catástrofe dentro y fuera de la iglesia; y así.
Reúnase con su pastor. El ministerio de oración efectivo es siempre una asociación de buena voluntad con el liderazgo de la congregación, especialmente con el pastor. Lo mejor es acercarse al pastor con una actitud de recibir consejo, así como esbozar una visión. Invite al pastor a involucrarse tanto como pueda. Apuntar a establecer el esquema básico del ministerio.
Comience con una reunión de oración. Pocas reuniones espirituales traerán más beneficios que esta. Si no ha tenido el hábito de reunirse con los miembros de la familia de la iglesia para orar durante una hora, se maravillará con los ricos beneficios y las oportunidades de ministerio que trae cuando lo pruebe. Es el superalimento de tu dieta espiritual.
Los formatos de las reuniones de oración pueden variar, pero el objetivo principal es mantener el enfoque en la oración. Si bien el estudio y la discusión de la Biblia deben ser parte de la reunión, tenga cuidado con la misión. Como adventistas, nos encanta estudiar y nos encanta hablar, así que asegúrese de reservar una cantidad determinada de tiempo para orar (recomiendo dividir el tiempo en 50-50 como mínimo) y no permita que otras actividades lo desplacen. Programas como 40 Días de Oración pueden guiarlo.
Enseña la oración. Es posible que aquellos que se unan a usted para las reuniones de oración no estén familiarizados con las convenciones y prácticas de la oración. Para poner en marcha el ministerio de oración, puede ofrecer un seminario o un programa de vísperas, enseñando tanto los fundamentos espirituales, las prácticas y los beneficios de dedicar tiempo a la oración comunitaria. Revise la instrucción de oración de vez en cuando.
Espera milagros. El ministerio de oración no es solo hablar. En comunión con otros creyentes, oramos a Dios sabiendo y esperando que Él responda y actúe. Los milagros son la obra de Dios en nuestras vidas, y verás Su obra y Su sabiduría en formas que nunca antes habías visto.
* Consulte, por ejemplo, https://www.adventsource.org/store/adult-ministries/prayer-ministries/prayer-ministries-quick-start-guide-21741 para obtener material en inglés. Su asociación o unión local tendrá material disponible en su propio idioma.
Por: Tim Lale
Fuente: https://www.adventistworld.org/
