Una viuda brasileña adventista comenzó a copiar la Biblia en portugués a mano en 2014. Maria Petrina Gomes, ahora de 80 años, terminó recientemente su proyecto después de más de siete años de escritura diligente. “He usado más de 10 bolígrafos hasta que se les acabó la tinta, y he llenado seis cuadernos con las palabras de la Biblia”, dijo.
Después de perder a su esposo en 2014, Petrina Gomes dijo que estaba muy triste. Adventista del Séptimo Día desde 1983 y residente de Itabuna, en el estado de Bahía, Brasil, tuvo una idea. ¿Por qué no empezar a escribir para combatir el peso de la pena que sentía en su corazón? “Pensé, ‘Mira, voy a escribir. No lo voy a hacer con mis propias palabras, lo voy a copiar’”, dijo. Desde entonces, ha pasado algunas horas cada semana leyendo y copiando cada palabra de las Escrituras.
Su proyecto personal la ayudó a sobrellevar el duelo, dijo. “Para mí, es algo bueno, porque sigo escribiendo, sigo aprendiendo”, dijo Petrina Gomes. “Es muy bueno porque estoy en estrecha conexión con la Palabra de Dios”.
Al finalmente alcanzar su meta, Petrina Gomes celebró con un servicio de adoración en compañía de su familia, algunos amigos y el pastor de la iglesia local.
“Fue un placer copiar toda la Biblia”, dijo Petrina Gomes. “Incluso cuando viajaba, llevaba mi Biblia y un cuaderno para escribir para no perder el tiempo. Siempre lo copiaba con oración y con alegría, pero cuando alcancé a copiar la sección de la venida de Jesús, lloré mucho porque estaba muy conmovida”, compartió.
Petrina Gomes dijo que siempre les dice a otras personas mayores como ella que sigan su ejemplo. “Yo aconsejo a las personas, sobre todo de mi edad, que tienen menos compromisos fuera de casa, que lean y escriban. Es bueno ejercitar la mente, porque a medida que envejecemos, tendemos a olvidar las cosas”.
Dijo que lo que hizo es parte de su legado. “Quiero dejar este material a las próximas generaciones, a mis nietos y bisnietos”, dijo Petrina Gomes.
Su deseo no está lejos de hacerse realidad. La nieta de Petrina Gomes, Aryedna, dijo que admira mucho la dedicación de su abuela. “Cada vez que viajaba e incluso cuando su maleta estaba llena, encontraba la manera de llevarse su copia de la Biblia, el cuaderno y los bolígrafos”, dijo Aryedna. “Incluso si tuviera solo unos minutos, copiaría al menos cinco versos más. Lo encuentro maravilloso.
Aryedna compartió cómo su abuela solía recitar las Escrituras y compartir las lecciones que acababa de aprender de los versículos de la Biblia que estaba copiando.
Además del consuelo espiritual, Petrina Gomes relató que el hábito de escribir la ayudó a recordar sus días de estudiante. Escribir es algo que ella valora, sabiendo que no durará para siempre. “Sé que a medida que envejezco, llegará el día en que me veré obligada a dejar de escribir”, compartió Petrina Gomes. “Gracias a Dios, mi letra todavía está bien. Para mí, lo mejor de la vida es copiar la Palabra de Dios. Me siento realizada.”
Por: Evellin Fagundes, División Sudamericana y Adventist Review
Fuente: https://www.adventistworld.org/
