Cuando la pandemia golpeó a varios países del mundo, los estudiantes y profesores se vieron obligados a adaptarse a un entorno remoto y digital. Para algunas escuelas, estos ajustes pueden haber sido un paseo por el parque ya que los fondos necesarios para la transición estaban fácilmente disponibles. Sin embargo, eso no fue así para la Academia Eden Valley.
Tanto para los estudiantes como para los maestros, la transición fue un desafío. La electricidad en esta zona remota de Tailandia es escasa y fluctuante. La conexión a Internet también es difícil de conseguir.
Al estar situada cerca de la frontera con la inestable Myanmar, la academia se preocupa por la seguridad. Los soldados vigilan de cerca la frontera en busca de personas que crucen ilegalmente para encontrar trabajo en Chiang Mai. Una sensación de miedo y aprensión se cierne sobre la escuela mientras los soldados se quedan en la comunidad.
COVID-19 ha amenazado a la escuela en los últimos dos años. En los últimos meses, varios estudiantes y profesores fueron infectados por el virus. Sin embargo, el personal y la facultad de la escuela aprendieron varios remedios caseros que ayudaron a aliviar los síntomas y finalmente ayudaron a los pacientes a recuperarse.
Las inundaciones y los deslizamientos de tierra son eventos comunes aquí en esta región, especialmente durante la temporada de tifones. La administración de la escuela ha determinado que se necesitan mejoras estructurales para fortalecer los cimientos de los edificios. También existe la necesidad de construir nuevos edificios para dar cabida a la creciente población de la academia.
A pesar de todos sus predicamentos, la escuela se mantiene firme. Al igual que otras escuelas, Eden Valley Academy enfrenta desafíos financieros y operativos sin precedentes en este momento, pero se mantiene fiel a su compromiso de brindar educación cristiana adventista a sus estudiantes. Por encima de todo, la escuela, junto con sus alumnos, se propone permanecer comprometida con su misión de compartir el evangelio, especialmente durante estos tiempos difíciles.
Hace unos meses, la escuela organizó una serie de estudios bíblicos que condujo al bautismo de 35 personas. Algunos de los estudiantes bautizados provienen de familias bautistas, budistas e incluso animistas.
Si bien Internet fue un desafío, los maestros recurrieron a la producción manual de módulos para los estudiantes. Eden Valley Academy sigue siendo una escuela donde las mentes jóvenes pueden encontrar comprensión, paz y esperanza. Ha aprendido a ser resistente pero dependiente de Dios mientras navega a través de la pandemia.
Eden Valley Academy es una escuela misionera adventista del séptimo día establecida en 1984 por una misionera australiana, la Dra. Helen M. Hall. Su objetivo es proporcionar educación adventista de calidad a los refugiados a lo largo de la frontera entre Tailandia y Birmania. Ahora está ubicado en el campo de refugiados de Maela y tiene alrededor de 1.000 estudiantes.
Edward RodríGuez, Departamento de Comunicación de SSD
Fuente: https://adventist.news/
