Voluntario que actuó en la tragedia de Petrópolis en 2011 vuelve a ayudar en 2022

Noticias Adventistas 2022.03.02

En 2011, fuertes lluvias azotaron la ciudad de Petrópolis, en la región montañosa de Río. Las inundaciones causaron estragos en la ciudad, dejando gente muerta y sin hogar. La estudiante Emanuelle Blanco, en ese momento con solo diez años, vio a sus padres abrir la puerta de su casa para albergar a vecinos que escapaban de zonas de riesgo.

Incluso siendo un niño, Blanco convenció a la familia y salió a ayudar. Con su bufanda del Club de Conquistadores , clasificó los juguetes donados en uno de los sitios de apoyo.

“Creo que ser un pionero es lo que hice. Esa actitud de salir de casa e ir a ayudar representaba todo lo que yo creía que era la definición de esa bufanda”, comenta Blanco, que ahora tiene 21 años.

Ahora, la joven ha revivido la pesadilla de una nueva tragedia. Esta vez, Blanco estuvo aún más cerca de los sitios afectados. Estudiante de Administración de Empresas en una universidad de la ciudad, vio venir la lluvia y, con ella, la estela de destrucción que se llevó autos, casas y vidas. En el día lluvioso, llegó a las 5 am a su casa, ya que el tráfico era caótico. Sus padres, que viven en otro estado, vinieron a buscar su carro, que estaba embarrado, y ella se fue con ellos. Sin embargo, Blanco no tardó ni 24 horas en tomar la decisión de volver.

“La misma niña que, a los diez años, hizo eso y que, esta vez, vivió y sobrevivió a la tragedia, necesitaba hacer algo. Y salí, armé una campaña para ayudar a repostar los vehículos de amigos que también ayudarían, y nos pusimos a trabajar, vaciando las donaciones que llegaban al colegio a los albergues”, explicó.

Sentido de Misión

Para Blanco, el sentimiento es de tener un deber como ciudadano y cristiano. “Son dueños de tiendas a quienes les compramos; son personas que nos enseñan; son amigos de la familia. Tenemos el deber de ayudar. Aparte de eso, esta es la actitud cristiana de mostrar el amor incondicional de Dios a través de nuestras acciones. En momentos como estos, nuestra acción habla más que predicar con palabras”, comenta.

Con un deseo innato en su corazón de ayudar a los demás, Blanco donó mucho más que su fuerza física. Compartió su fe con sus compañeros voluntarios. “Son de otra religión, y me invitaron a estar con ellos mientras decían sus oraciones, a su manera. Allí también pedí orar y fue un momento muy emotivo. Vivíamos escenas tristes hace unos días y en ese momento sentimos la presencia de Dios allí cuidando a las personas”, dice.

Solidaridad que Mueve

Las iglesias adventistas en todo Río de Janeiro y en varias partes del país están trabajando para recolectar donaciones y ayudar a los equipos de búsqueda. El camión solidario de la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) está en Petrópolis produciendo alrededor de 1,000 comidas al día y lavando hasta media tonelada de ropa (ver el video aquí: https://youtu.be/j6P2-TsSh34 ).

“La obra social es la consecuencia de una vida en unidad con Cristo. Mientras vivo esta comunión, reconozco más fácilmente las acciones misericordiosas de Dios en nuestras vidas, y esto nos impulsa a hacer lo mismo con los que me rodean y están en necesidad. El interés de la gente por el mensaje del evangelio aumenta con el testimonio que damos a través de nuestras acciones”, destaca el pastor Hiram Kalbermatter, presidente de la Iglesia Adventista de Río de Janeiro, Minas Gerais y Espírito Santo, quien también trabaja para ayudar a los damnificados por las lluvias en Petrópolis.

Este artículo fue publicado originalmente en el sitio de noticias de la División Sudamericana

Por: AYANNE CAROLINA


Fuente: https://adventist.news/