Clarence L. Powers: Su liderazgo durante años de perturbaciones en Interamérica

Noticias Adventistas 2022.02.12

Este informe fue extraído de The Encyclopedia of Seventh-day Adventists (ESDA) que puede consultarse gratuitamente en  encyclopedia.adventist.org.[Adaptado por ACSA7C]

Clarence L. Powers fue el sexto y último presidente de la División Interamericana de los Adventistas del Séptimo Día nacido en los Estados Unidos, y ocupó ese cargo entre 1962 y 1970. Powers fue también secretario de libertad religiosa de la división,1 uno de los cargos de mayores desafíos en la región en esa época. Su próxima designación fue como presidente de la División Euroafricana entre 1970 y 1975,2 y fue vicepresidente de la Asociación General durante trece años.

C.L. Power, presidente de la División Interamericana entre 1962 y 1970
De Changing Lives in Inter-America, 1922-1997, 75 Years of Miracles (Miami, FL: IAD Publishing Association, 1997).

A pesar de ello, pasó la mayor parte de sus años de servicio en la División Interamericana, comenzando en el verano de 1939 con su cargo inicial en la República de Colombia, en Sudamérica. Durante sus 35 años de liderazgo adventista dedicado, ocupó numerosos cargos administrativos, desde gerente de una escuela secundaria en Colombia hasta secretario-tesorero de unión en Cuba, y presidente de unión en Haití. Durante su período como presidente de la División Interamericana, la región experimentó uno de los períodos de mayores perturbaciones políticas, que lo forzaron, en representación de la división, a tratar con gobiernos con notables diferencias, especialmente en Cuba. Esto incluyó la Crisis de los Misiles en Cuba que casi arrastró al mundo a otra Guerra Mundial. Fue sumamente respetado por sus acciones mesuradas, y bien conocido por su cálida sonrisa y constante perspectiva positiva respecto de cómo hacer frente a las tensiones en la Iglesia y el Estado. Su esposa durante sesenta años, Sylvia, fue un valor destacado dentro de su largo servicio y liderazgo, dado que trabajo bien cerca de su esposo. Entre sus muchas tareas a lo largo de las décadas, fue editora de la revista the Inter-American Division Messenger.

El pastor Clarence L. Powers nació en 27 de septiembre de 1909 en Albion, Míchigan, en el hogar de Clarence G. y Addie Mae Lines Powers. Asistió a instituciones educativas adventistas y, después de su bautismo, decidió trabajar para la iglesia. Contrajo matrimonio con Sylvia en 1938 y, de esa unión, nació un hijo llamado Bruce. Sus primer cargo en la organización adventista fue como docente del Colegio Union Springs en el estado de Nueva York, y más tarde, se sumó por poco tiempo al Colegio Terciario Unión del Atlántico en South Lancaster, Massachusetts.3

En la primavera de 1939, la Junta de la Asociación General lo seleccionó a él y a su nueva esposa para que contribuyeran con sus energías jóvenes al crecimiento del adventismo en Colombia. Su primer cargo administrativo en la iglesia en la División Interamericana fue como secretario-tesorero de la Misión del Atlántico de Colombia, con sede en la ciudad de Barranquilla, Colombia.4 El adventismo se encontraba en su infancia en esta gran república sudamericana, y ocupó allí muchos cargos, incluido el de gerente de la Casa Bíblica y del Libro y, más tarde, fue durante poco tiempo presidente de la misión y director de escuela.5 Más adelante cumplió funciones en la Junta Directiva de la Unión Misión de Colombia-Venezuela, como uno de los pocos ministros ordenados en la década de 1940. La familia Powers contribuyó de manera significativa al crecimiento de la iglesia al llevar a cabo reuniones de evangelización en la ciudad de Medellín y otras regiones de Colombia.6

En el verano de 1953, fue designado secretario-tesorero de la Unión Misión Antillana con sede en La Habana, Cuba.7 Esta unión tenía la responsabilidad de supervisar la obra de la iglesia en Cuba, la República Dominicana, Haití y Puerto Rico. Trabajo de cerca con el pastor Clyde O. Franz, que era presidente de la unión.

El siguiente desafío del pastor Powers fue como presidente de la recientemente formada Unión Franco-Haitiana con sede en Puerto Príncipe, Haití, que abarcaba los países francoparlantes del Caribe Oriental, Martinica y Guadalupe, además de la Guayana Francesa, en el extremo norte del continente Sudamericano. Fue el segundo presidente de unión de esa región recién organizada entre 1960 y 1962.8 La breve presidencia del pastor Powers en esa unión fue apreciada, dado que logró coordinar varios esfuerzos exitosos de evangelización en ese breve período de tiempo.

En el 49° Congreso de la Asociación General llevado a cabo en San Francisco, California, durante fines de julio y comienzos de agosto de 1962,9 el pastor Powers fue elegido sexto presidente de la División Interamericana, como sucesor del pastor Arthur H. Roth, quien fue designado como secretario ejecutivo del presidente de la Asociación General, el pastor R. R. Fighur. Mientras Powers era presidente de la división David H. Baasch fue secretario de la división y Clyde O. Franz fue tesorero, todos ellos con décadas de experiencia en la división.10

Fueron estos tiempos extraordinarios, en especial políticamente, para un número de países. La incertidumbre social, cultural, política y económica no era nueva, pero se había intensificado desde mediados de la década de 1950 y quedó reflejado dentro de la iglesia en momentos en que el número de misioneros y de líderes en servicio había disminuido, y se hacían llamados a que hubiera más líderes locales. El desafío más grande que tuvo que enfrentar el pastor Powers fueron las tensiones políticas que existían entre el gobierno de los Estados Unidos y el reciente gobierno en Cuba. Durante su período, se hizo necesario interrumpir todos los vínculos oficiales de la iglesia. A pesar de ello, el pastor Powers mantuvo la comunicación con los adventistas de Cuba. Durante los primeros días de la Revolución Cubana, la señora Powers publicó un artículo en la revista Inter-American Division Messenger en enero de 1960 sobre el crecimiento continuo de la iglesia en la isla. En reuniones de la Asociación General en 1966, el pastor Powers les dijo a los reunidos allí que se habían agregado 1101 nuevos conversos a la Iglesia Adventista de Cuba entre 1964 y 1965.11 A pesar de ello, en febrero de 1967, el gobierno cubano cerró la Escuela Adventista Cubana en Santa Clara. En enero de 1968, la División Interamericana recibió una solicitud de la Unión Antillana para que llegaran a ser un campo específico de la división.12

Aunque el pastor Powers tenía extensa experiencia con algunos de los anteriores funcionarios cubanos que estaban en el poder bajo el gobierno anterior, ahora ya no lo estaban. El gobierno cubano hizo cada vez más difícil que las organizaciones religiosas con sede en los Estados Unidos siguieran operando. Él se mantuvo muy positivo respecto del papel del adventismo durante su período de liderazgo. Al escribir a la familia de la División Interamericana en septiembre de 1964, en los primeros meses de su cargo, hizo un llamado un “evangelismo más agresivo” en cada área de la obra de la iglesia. Escribió: “Nuestra iglesia no es tan solo otra iglesia. Porta la tremenda responsabilidad de predicar el evangelio tan plenamente que esté lista para el regreso de Cristo. Es el gran objetivo de la Iglesia Adventista preparar al mundo para la segunda venida de Cristo”.13

A pesar de los muchos desafíos crecientes en la región, el pastor Powers y los líderes de la División Interamericana tuvieron avances significativos para junio de 1970. Durante el período de cuatro años, se bautizó a 93.712 miembros, lo que resultó en un total de 261.615 miembros que se reunían en 1761 iglesias. Había 92 ministros en la división que habían bautizado cada uno a más de cien personas en un determinado año. Había 493 colportores de tiempo completo; ocho colegios terciarios, 53 colegios secundarios; y 354 escuelas primeras en las que trabajaban 1332 docentes. Además, había 253 estaciones de radio que pasaban programas adventistas, y 31 escuelas bíblicas radiales en el territorio.14

En el 50° Congreso de la Asociación General en el verano de 1970, el pastor Powers fue invitado a llevar su experiencia en el liderazgo a otro territorio muy diferente pero igualmente de grandes desafíos: la División Euroafricana, con sede en Berna, Suiza. Aunque la división había sido organizada en 1928, recibió un nuevo nombre en 1971 y trajo bajo su administración a una población ampliamente diseminada desde la Unión Alemana del Noroeste en el norte hasta la Unión Africana Ecuatorial en el sur de África, lo que incluía a Angola en el sudoeste de África hasta Mozambique en el sudeste del continente. La mayor parte de la población en esos países hablaba francés, portugués o alemán, pero también se hablaban decenas de otros idiomas. El Anuario Adventista 1973-74 mostró que había 2614 iglesias y 191.371 miembros bautizados en esa división.15

Después de cinco años como presidente de la División Euroafricana, Powers se jubiló, después de haber trabajado más de 35 años como administrador de la iglesia en tres divisiones de la denominación. Él y su esposa vivieron en una comunidad de retiro en Henderson, Carolina del Norte, permaneciendo activos en la obra de la iglesia por muchos años, predicando y colaborando con el crecimiento de la iglesia. Un periódico declaró cuando él falleció que fue uno de los principales propulsores de la planificación y construcción del sendero para caminar y las canchas de tenis del Hospital Park Ridge.16

El pastor Powers falleció después de algunas enfermedades el 23 de febrero de 2003, a los 93 años, en el Centro Park Ridge Living cerca de Hendersonville, Carolina del Norte. Lo sobrevivió su esposa Sylvia e hijo Bruce, cuatro nietos y dos bisnietos. Su funeral fue llevado a cabo días después en la iglesia adventista Fletcher, en Henderson, Carolina del Norte.17

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Traducción de Marcos Paseggi

Por Glenn O. Phillips


Fuente: https://www.interamerica.org/es/