Nicholas Hold, uno de los tres estudiantes de teología del equipo del ministerio de literatura de la Conferencia de las Montañas Rocosas, comenzó su verano de 2022 tocando puertas en Powell, Wyoming, Estados Unidos. Una de las primeras personas que conoció fue un individuo conocido en el barrio. Al enterarse de que Hold era adventista del séptimo día, comentó que apreciaba la visión adventista de la profecía y que había oído hablar del libro El conflicto de los siglos y quería leerlo. Dio una donación más alta de lo esperado para el libro.
Al lado, Hold conoció a una familia que conocía a su vecino. Al presentarles El conflicto de los siglos , mencionó que su vecino acababa de comprarlo. “Bueno, si [él] quiere leer este libro, ¡entonces deberíamos conseguir todos sus libros!” comentaron.
Para Hold, conocer a esta persona en los primeros minutos de tocar puertas en Powell no fue una coincidencia. Sintió que Dios había guiado al líder de su equipo a dejar a los colportores en el lugar correcto en el momento correcto para tener un impacto en esa comunidad por la eternidad. Se compartieron cerca de 500 libros, las ventas se vieron afectadas en gran medida por la influencia de un hombre.
Este fue solo un testimonio de muchos durante el programa de colportaje de verano en los estados de Colorado y Wyoming, EE. UU. El resultado de las semanas entre el 5 de junio y el 1 de agosto no fue solo el intercambio de literatura; los colportores también conocieron a varios ex miembros de la iglesia, y los pastores locales ahora les están dando estudios bíblicos.
Durante la iniciativa de 2022, diecinueve evangelistas literarios vendieron alrededor de 6350 kg (14 000 libras) de libros y, sí, a veces les dolía la espalda. Llamaron a unas 200.000 puertas. Teniendo en cuenta el tamaño medio de la familia de 3,15 personas, se estima que llegaron a una audiencia de 630.000 personas. Es posible que no sepamos el verdadero impacto del colportaje este verano, pero escuchamos que en Laramie, Wyoming, un joven llegó a la iglesia en patineta pidiendo estudios bíblicos y expresando su deseo de guardar el sábado. En su mano estaba uno de los libros que le dejaron nuestros alumnos.
Podría decirse que el mayor impacto del programa del ministerio de literatura es lo que hace a los jóvenes que participan en él. Uno de los miembros del equipo, Jacob Rodríguez, recientemente decidió rebautizarse. Otros tres, incluido el padre de uno de los estudiantes, han comenzado a estudiar con la misma decisión.
Bayli Graybill, al comentar sobre su experiencia de verano, dijo: “Este programa fue una experiencia de crecimiento en mi vida social, física y especialmente en mi vida espiritual. Fui desafiado en el buen sentido de ser audaz con mi fe y no tener miedo de mis miedos”.
Las iglesias adventistas locales en ambos estados apoyaron al grupo de jóvenes colportores. Proporcionaron comida, alojamiento y oraciones para que todo saliera bien. Incluso entregaron botellas de agua en mano mientras los jóvenes seguían caminando y tocando puertas, animando así a los participantes a compartir el evangelio con aquellos que conocían.
Los líderes y participantes están de acuerdo: después de un verano exitoso, tienen mucho que agradecer.
Por Matt Hasty, Conferencia de las Montañas Rocosas y Adventist Review
